Clasificados con plazas de "wild card", Cardenales de San Luis y Bravos de Atlanta buscarán hoy el boleto a la postemporada que otorga el Viejo Circuito, en tanto los Orioles de Baltimore lo harán ante los Vigilantes de Texas en la Liga Americana del beisbol estadounidense.
El novedoso sistema, que por primera vez da opciones de "comodín" a dos equipos en cada circuito, establece que los ganadores se unirán a los tres equipos clasificados en sus respectivos grupos de cada liga.
Aún sin varias figuras que lo llevaron a la corona en la anterior contienda, los Cardenales ganaron el puesto con una meritoria labor en la ronda de grupos.
El traspaso del dominicano Albert Pujols, la lesión del lanzador Chris Carpenter y el retiro del mánager Tony LaRussa obligó a los actuales campeones a vencer serios obstáculos para avanzar a esta fase intermedia.
Para intentar vencer a Atlanta, el actual director Mike Matheny enviará al montículo a Kyle Lohse, quien finalizó con 16-3 y 2,86 de efectividad y está cumpliendo hoy 34 años.
Directivos de la franquicia han reconocido la labor de Matheny, quien logró mantener a flote la escuadra, a pesar de las lesiones que sufrieron varias de sus principales figuras a lo largo de los 162 partidos.
"Hizo un excelente trabajo" en su primer año, dijo el dueño mayoritario del equipo Bill Dewitt, mientras el gerente general John Mozeliak afirmó que estaba orgulloso del plantel, "especialmente de Mike (Matheny) por lo que logró con su liderazgo".
Los Bravos (94-68) tuvieron mejor actuación que los Cardenales (88-74) en la primera parte y se apoyarán en el lanzador Kris Medlen para obtener el pasaporte que les permita chocar con Nacionales de Washington a partir del sábado en serie de cinco juegos.
Medlen, de 26 años, concluyó la ronda anterior con 10-1 y promedio de 1,57 en promedio de carreras limpias a lo largo de 138 capítulos.
Fue elegido "Lanzador del Mes" en agosto y septiembre.
Texas trata de rescatar la temporada
El otro encuentro lo disputarán los Orioles de Baltimore y los Vigilantes de Texas, ambos con idéntico resultado de 93 triunfos y 69 reveses.
Baltimore luchó hasta el final con los Yankees de Nueva York por la cima de la División Este, pero perdieron dos partidos de la serie final ante Tampa Bay, mientras la poderosa escuadra de la Gran Manzana barrió en sus tres compromisos a Medias Rojas de Boston.
Los Vigilantes de Texas (93-69) utilizarán en el compromiso versus Baltimore al japonés Yu Darvish, el mejor lanzador novato de la Americana en la presente contienda.
Darvish finalizó con 16-9 y 3,90 de efectividad en 191,1 entradas en el montículo. Finalizó en quinto lugar en ponches (221) y sus rivales le batearon para 220, el quinto promedio más bajo en la Liga Americana.
"Será nuestro pitcher para decidir el destino del equipo", dijo el mánager Ron Washington, afectado por los tres costosos reveses ante Oakland que los privó de la cima en la División Oeste. "Con su actuación en el torneo se ganó ese derecho".
El estratega principal de Baltimore, Buck Showalter, no quiso revelar el nombre de su pitcher del viernes, pero adelantó que estará entre Steve Johnson y Joe Saunders. Baltimore accede a un choque de postemporada por primera vez en 15 años.
"Por supuesto que estoy listo", señaló Darvish. "Si no lo estuviera no me hubieran dado la pelota. Mi mentalidad será la misma que en cualquier otra apertura", agregó el abridor japonés.
Darvish, de 26 años, terminó su primera campaña en las Mayores con balance de 16-9 con 3.90 de efectividad y 191 y un tercio de entradas, tras una estelar carrera en la Liga de Japón.
Los ganadores de estos encuentros completarán los cuadros de primera ronda de los playoffs, que arrancarán el sábado en serie al mejor de cinco encuentros.
El ganador del choque Rangers-Orioles se medirá ante los Yankees de Nueva York, ganadores de la División Este de la Americana, mientras que el vencedor de Cardenales y Brasil lo hará ante los Nacionales de Washington, titulares de la misma zona pero en el 'Viejo Circuito'.
Boston despidió a Valentine
Los Medias Rojas de Boston confiaron en que Bobby Valentine restituiría el orden en un plantel indisciplinado y con el ánimo abatido después de un derrumbe estrepitoso en la campaña de 2011. En vez de ello, sólo hubo más problemas. El mánager, conocido por su confianza en sí mismo y por una franqueza que a veces raya en la irreverencia, fue despedido el jueves, un día después de que concluyó una campaña llena de disputas internas y de derrotas. Valentine tuvo un récord de 69-93 en su único año al frente de los Medias Rojas, que tuvieron su peor temporada en casi medio siglo. ``Entiendo esta decisión'', dijo el piloto. ``En este año he tenido una experiencia increíble en Boston, pero estoy también decepcionado por los resultados, al igual que los dueños y todos los aficionados de la Nación de los Medias Rojas''.
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