José Alberto Medina Molero - ATV
El mítico y ganador manager, Aparky Anderson, dijo una vez. "Mi idea del trabajo de managear es darle la pelota a Tom Seaver y sentarme a verlo trabajar". Viniendo de este piloto quien durante su larga y fructífera carrera vio a formidables lanzadores es más que un elogio, es un monumento a la calidad de este notable , aunque muchas veces olvidado, serpentinero que participó en el mejor béisbol del mundo durante 20 temporadas acumulando 311 victorias y un total de 3640 abanicados. En la historia del béisbol además de Seaver sólo otros nueves abridores han logrado al menos 300 victorias y 300 guillotinados. Todos ellos le acompañan en Cooperstown.
Cuando se menciona a los grandes pitchers de los últimos 50 años surgen los gloriosos nombres de Sandy Koufax, Bob Gibson, Greg Maddux, Nolan Ryan y Randy Johnson y se deja un poco de lado la legendaria actuación de este serpentinero nacido en Fresno (California) el 17 de noviembre de 1944. Sin embargo a lo largo de sus 665 juegos y 4783 innings lanzados en las mayores Tom Seaver dictó cátedra desde el morrito como el que más. Hay dos elementos que pueden darnos una idea más allá de los triunfos: el 22 de abril de 1970, frente a los Padres de San Diego, Seaver lanzó la ruta completa dejándolos en apenas 2 imparables y aceptando una sola carrera. Lo verdaderamente notable de este encuentro es que Seaver en el Shea Stadium estableció un record de grandes ligas que aún, 42 años después, se mantiene imbatido. Seaver, guillotinó a diez bateadores de San Diego en forma consecutiva! En total esa noche de comienzos de temporada (sería su tercera victoria del año) ponchó a 19 bateadores. Seaver rememoró en 1986 que esa noche, como nunca, tuvo la máxima combinación de poder y control, dos variables mortales para los jugadores contrarios.
El segundo hecho que resulta de innegable valor en la hoja de servicios de Seaver es el hecho de que, en los últimos 50 años es el pitcher con más campañas con efectividad menor o igual a 2.90. En ese lapso el de Fresno logró acumular 13 temporadas de este tipo con siete de ellas al hilo. A Seaver le siguen en esta categoría: Pedro Martínez (10), Bert Blyleven (9), Maddux, Palmer, Randy Johnson, Gaylor Perry y Roger Clemens con 8, Marichal, Gibson, Drysdale, Tommy John y Don Sutton con 7. Cierran la lista: Nolan Ryan, Phil NIekro con 6 y Koufax, Bunning, Horlen , Messersmith, Forsh y Vida Blue con 5 zafras de este tenor. ¿Pudiera haber una mejor muestra de consistencia que la exhibida por Seaver en este comparativo?.
Seaver, fue novato del año en 1967 y se acreditó trío de premios Cy Young (1969, 1973 y 1975) para cincelar con ribetes dorados una ejemplar carrera que comenzó con la celebérrima serie mundial de 1969: la de los asombrosos Mets contra los Orioles de Baltimore, si bien Tom perdió el juego inicial en duelo con Mike Cuéllar, ganó el cuarto partido para colocar contra la pared a los oropéndolas. Al día siguiente Jerry Koosman, gracias a la labor de Tom, puso cifras definitivas a la serie y dio el título a los Mets de Nueva York.
Hay un juego que Seaver no olvida y que considera que fue uno de los mejores de su vida: el 1 de mayo de 1974 lanzó durante doce innings frente a los Dodgers. Ese día recibió una sola carrera, un cuadrangular de Steve Garvey. En total Tom aceptó tres imparables y ponchó a 16, otorgando dos transferencias. Al final cuenta Seaver para Baseball Digest que no tuvo decisión: "..al final perdimos en 14 entradas. Fue uno de los mejores juegos que he lanzado en mi vida"
Sí uno escudriña su vida personal se lleva sorpresas. Seaver, es una persona culta, lee y viaja mucho (se cuenta que era el único pelotero que adquiría diariamente el New York Times), también es un conocedor sobre historia del arte, siendo los impresionistas franceses sus artistas preferidos.
Sin duda, dentro o fuera del campo Tom Seaver ha sido uno de los grandes de todos los tiempos en el montículo. Ha dejado una estela para todas las épocas de elegante consistencia.
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