El estadio ha funcionado. Mark Buehrle ha tenido buenos resultados. Pero recordando lo ocurrido en diciembre y los esfuerzos por firmar al dominicano Albert Pujols, toda la atención sobre el venezolano Ozzie Guillén, el quisqueyano José Reyes y Heath Bell, Buehrle, además de su nuevo parque, ahora observen dónde se encuentran ahora y es obvio que la transformación de los Marlins de la Florida a los lujosos Marlins de Miami no ha salido como muchos esperaban.
Simplemente no ha funcionado. La asistencia promedio en el Marlins Park es buena, al menos hasta ahora; es mejor que la de otros cuatro clubes de la Liga Nacional. Pero después de la jornada del miércoles los Marlins estaban a 13.5 juegos del primer lugar, con una marca de 16-30 desde el 1ro de junio. Cuando tu diferencial de carreras de -71 está entre los peores tres y te encuentras en el 14to lugar d el Viejo Circuito en carreras anotadas, algo no está dando resultados.
Así que los Marlins ahora están tratando de levantarse de la lona y empezar de nuevo. No están regalando todo el equipo ni buscando recursos de otra parte; hasta hubo un informe esta semana de que estaban atendiendo ofertas por Giancarlo Stanton, que era erróneo. Pero al transferir al dominicano Hanley Ramírez y a los venezolanos Aníbal Sánchez y Omar Infante en diferentes canjes con los Dodgers y Tigres por dos jóvenes abridores y un joven receptor, el equipo ha reconocido que toda la conmoción del pasado invierno no dio los resultados que esperaban. Se creía que Sánchez partiría como agente libre después de esta temporada y que era hora de que Hanley diera vuelta a la página, después de que bateara .245 con porcentaje de embasarse/slugging (OPS) de .731 en las últimas dos campañas y jugara una defensa que un evaluador del equipo calificó como “un aspecto preocupante”.
Lo que hicieron hace una semana fue llamar a todos los equipos interesados y dejarles saber que estaban dispuestos a cambiar a Ramírez y a Sánchez o Josh Johnson. No querían canjear a Logan Morrison, aunque éste no ha cumplido con las expectativas. Tampoco a Stanton, bajo cualquier circunstancia. Tampoco a Buehrle. Les gustaría que alguien se hiciera de los servicios de Heath Bell y de gran parte de los US$27 millones que ganará en los próximos tres años, pero nadie se ha interesado.
Ahora, si los Angelinos, Rangers, Medias Rojas, Azulejos u Orioles llaman con una fantástica oferta de varios prospectos por Johnson, los Marlins estarían dispuestos a negociar hasta el martes por la tarde; hay varios aspectos de Johnson que llaman la atención. Después de luchar para superar lesiones en el hombro, su efectividad es de 4.14 y sus ponches por cada nueve entradas han caído de 9.1 a 7.9 en las últimas tres temporadas. Pero Miami prefiere quedarse con él. El hecho de que los Angelinos y Rangers parecen estar enfocados en otros lanzadores, y los Medias Rojas y Azulejos no parecen estar dispuestos a deshacerse de su sistema de Ligas Menores presentan la posibilidad de que el as se quede con los Peces .
Cuando los Marlins siguieron un abril con marca de 8-14 con un mayo de 21-8, ellos pensaban que todo iba a estar bien. Luego llegó junio, cuando perdieron ocho de nueve en un trecho, seis consecutivos en otro y terminaron el mes con 8-18; ahí la realidad se hizo más evidente. Reyes tiene que batear mejor que .272. Ramírez estaba en .246. Morrison tenía promedio de .237. Luego adquirieron al panameño Carlos Lee, quien batea .204. Stanton está en la lista de incapacitados y ha participado en solamente 80 juegos debido a una lesión en la rodilla derecha que sufrió el año pasado. Johnson, Ricky Nolasco y el venezolano Carlos Zambrano tienen promedios de carreras limpias por encima de 4.00. Bell ha echado a perder seis rescates, la mayor cantidad de la Liga Nacional.
Asi que ahora contarán con Nathan Eovaldi en su rotación. Enviarán a Jacob Turner a Triple-A para que despeje su mente y trate de recuperar su velocidad después de que fuera ascendido antes de tiempo con Detroit. Los Marlins piensan que Rob Brantly, también adquirido de los Tigres, es su receptor del futuro. Puede ser que el cubano José Fernández se encuentre en Clase-A Jupiter, pero es un lanzador prospecto de alto calibre y Christian Yelich podría brindarles velocidad en los jardines. Han ahorrado dinero y lo pueden emplear durante el invierno, mientras intenten convencer a su afición de que siga fiel hasta el final de esta campaña y que esté entusiasmada para la próxima.
La parte elegante del béisbol de los Marlins de Miami simplemente no funcionó y claramente no iba a mejorar. Así que ahora el equipo tratará de recuperarse y hacerlo todo de nuevo.
Peter Gammons / MLB.com
Los Marlins han tenido un 2012 para el olvido.
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