El conjunto oriental llegó a siete triunfos en el round robin, que los deja cerca de clasificar a la instancia decisiva. Mientras la novena litoralense se alejó a dos juegos y medio del primer lugar.
Cuesta imaginarse una final sin Caribes de Anzoátegui. No solo tiene récord de 7-1, sino que a medida que avanza el round robin, sus victorias parecen ser más contundentes. Por ejemplo, la de anoche de 8 carreras por 2 sobre Tiburones de La Guaira, ya lucía cantada en el quinto episodio.
Al momento que La Guaira sacó el primer out del quinto capítulo, toda la alineación de Caribes ya había bateado y producido seis carreras. El comienzo de la debacle de los escualos fue el retiro de Armando Galarraga, debido a una ampolla en el dedo índice.
Galarraga salió con dolor, pero la que sufrió más fue la efectividad de su sucesor, Stuart Pomeranz. El importado entró al juego con un costoso error tirando a tercera base, que sirvió de aderezo para el banquete que se dio la visita. "Estamos corriendo, moviendo los corredores y eso puede causar errores como ese", celebró el manager Ariel Prieto. "Nosotros lo aprovechamos todo".
Prieto aprovechó su oportunidad de dirigir al conjunto oriental y desde que sustituyó a Julio Franco a finales de la ronda eliminatoria, tiene récord de 12 y 3. "Esto no es sorpresa porque los muchachos están haciendo lo que esperamos", apuntó. "Aquí en este equipo hay mucha química y cuando hay química, hay hambre de éxitos".
El apetito de la tribu es voraz, tan grande, que no piensa esperar hasta la próxima semana para sellar su pase a la final. "Vamos a buscar la clasificación en casa", avisó Prieto. "Eso es lo que está en nuestras mentes y así vamos a salir al terreno".
La confianza del estratega es tan clara como el éxito de su pitcheo, que a pesar de no tener una rotación de abridores fija, ha podido responder como lo hizo anoche. Brayan Villarreal tuvo su primera apertura en Venezuela y respondió con los tres innings que le pedía el cuerpo técnico. Cuatro relevistas se encargaron de complementar un efectivo trabajo en conjunto. "Todos estos muchachos se ayudan y se acoplan para hacer las cosas. Es formidable", reconoció el coach de pitcheo, Mike Álvarez.
"Aquí vamos día a día", repitió Prieto por enésima vez en el round robin. Pero victorias como la de anoche, hacen que el traje de finalista les luzca mejor en cada jornada. Tratarán de ponérselo el fin de semana.
Al momento que La Guaira sacó el primer out del quinto capítulo, toda la alineación de Caribes ya había bateado y producido seis carreras. El comienzo de la debacle de los escualos fue el retiro de Armando Galarraga, debido a una ampolla en el dedo índice.
Galarraga salió con dolor, pero la que sufrió más fue la efectividad de su sucesor, Stuart Pomeranz. El importado entró al juego con un costoso error tirando a tercera base, que sirvió de aderezo para el banquete que se dio la visita. "Estamos corriendo, moviendo los corredores y eso puede causar errores como ese", celebró el manager Ariel Prieto. "Nosotros lo aprovechamos todo".
Prieto aprovechó su oportunidad de dirigir al conjunto oriental y desde que sustituyó a Julio Franco a finales de la ronda eliminatoria, tiene récord de 12 y 3. "Esto no es sorpresa porque los muchachos están haciendo lo que esperamos", apuntó. "Aquí en este equipo hay mucha química y cuando hay química, hay hambre de éxitos".
El apetito de la tribu es voraz, tan grande, que no piensa esperar hasta la próxima semana para sellar su pase a la final. "Vamos a buscar la clasificación en casa", avisó Prieto. "Eso es lo que está en nuestras mentes y así vamos a salir al terreno".
La confianza del estratega es tan clara como el éxito de su pitcheo, que a pesar de no tener una rotación de abridores fija, ha podido responder como lo hizo anoche. Brayan Villarreal tuvo su primera apertura en Venezuela y respondió con los tres innings que le pedía el cuerpo técnico. Cuatro relevistas se encargaron de complementar un efectivo trabajo en conjunto. "Todos estos muchachos se ayudan y se acoplan para hacer las cosas. Es formidable", reconoció el coach de pitcheo, Mike Álvarez.
"Aquí vamos día a día", repitió Prieto por enésima vez en el round robin. Pero victorias como la de anoche, hacen que el traje de finalista les luzca mejor en cada jornada. Tratarán de ponérselo el fin de semana.
JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
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