Por Reynaldo Cruz
Como era de esperar, el encuentro entre cubanos y holandeses no fue un paseo para los de la Mayor de las Antillas, tanto que los de la Oranje se impusieron a los caribeños con marcador de 4-1, en un partido en que la ofensiva criolla fue prácticamente improductiva, mientras que los europeos conectaron con mucha oportunidad, pues sus cuatro anotaciones fueron por par de cuadrangulares que encontraron un corredor en circulación cada uno. Orlando Yntema fue el ganador y contó con apoyo ofensivo de Bryan Engelhardt y Kalian Sams.
De este modo, Cuba perdió su condición de invicto y Holanda se catapultó al primer lugar, pues en la tarde había vencido a Australia en la reanudación del partido que se había sellado por la lluvia.
A muchos – entre los que me incluyo – sorprendió la designación de Orlando Yntema como abridor en el encuentro entre Cuba y Holanda, pero la sorpresa comenzaría a desaparecer cuando el lanzador de los tulipanes comenzó a dominar a un cubano tras otro, y tejió una labor excelente en la que toleró solamente una anotación con cuatro imparables, tres ponches y dos boletos en cinco entradas de actuación. Con una bola sin excesiva velocidad, pero mezclando muy bien sus lanzamientos de rompimiento y la zona de colocación de sus envíos, Yntema – utilizado siempre como relevista en la selección naranja – mantuvo a raya a la ofensiva cubana.
El derecho Miguel Alfredo González no estuvo acertado en su salida. En el segundo episodio, abrió transfiriendo al cuarto bate Curt Smith, y Bryan Engelhardt le siguió con un descomunal vuelacercas hacia la pradera derecha.
Cuba se acercó en el cuarto inning, cuando Frederich Cepeda y Alfredo Despaigne dispararon biangulares consecutivos. Yulieski Gourriel pegó sencillo, pero José Dariel Abreu tomó ponche y los emergentes Giorvis Duvergel y Yosvani Alarcón fueron retirados.
Ni cortos ni perezosos, los europeos ripostaron en la parte alta de la quinta entrada, cuando el sencillo del octavo bateador Shawn Zarraga fue seguido de un largo jonrón al jardín central de Kalian Sams, que decretó la explosión de Miguel Alfredo. Jonder Martínez, aunque fue saludado irrespetuosamente por fuerte sencillo de Dwayne Kemp, apaciguó la rebelión del País Bajo.
Leon Boyd trabajaría las dos entradas restantes – recordar que por decisión de la IBAF el juego estaba pactado para siete episodios – y a pesar de que su inicio no fue bueno (boleto a Despaigne y sencillo de Gourriel), salió airoso de la encomienda y se apuntó el salvamento.
Aunque las críticas hacia el equipo cubano y hacia la gestión de Alfonso Urquiola se incrementarán significativamente tras este revés, nadie debe olvidar que el conjunto de Holanda tiene jugadores con mucho oficio, que saben jugar al béisbol, y que es un conjunto que le juega siempre bien a Cuba. Hombres como Sidney de Jong (quien no anda bien en este torneo), el propio Engelhardt, y Danny Rombley han representado a su país en numerosos torneos de nivel, incluyendo en los Clásicos Mundiales de Béisbol, en cuya última edición derrotaron a un equipo de República Dominicana cuajado de jugadores de la MLB. Por otro lado, su pitcheo, encabezado por Rob Cordemans, Diegomar Markwell, Shairon Martis, Tom Stuifbergen, David Bergman y Juan Carlos Sulbaran, es sin dudas muy profundo, con mucha experiencia, y además calidad para competir a nivel internacional.
Desde la llegada de los profesionales, dejaron de ser el clásico "manjar" y fueron los primeros en derrotar a los cubanos en un partido de Juegos Olímpicos, cuando vencieron a Norge Luis Vera en las Olimpíadas de Sidney 2000. Desde entonces, han brindado excelentes resistencias a Cuba en los encuentros vencidos por los antillanos, y discutieron la final de la Copa Intercontinental del pasado año en Taipei de China, en un partido que, como todos recordarán, se complicó en el noveno inning.
A nadie debe sorprender que sean la Oranje y los cubanos quienes discutan el cetro de la Copa Mundial de Béisbol.
Por supuesto, habrá que esperar a ver qué sucede hoy.
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