Cuando se habla de la definición de una victoria sufrida, nada más hay que revivir el cierre de la novena entrada si eres fanático de los Tigres.
José Valverde, cerrador dominicano de los felinos que ha convertido 51 oportunidades de salvamento en forma consecutiva desde el 2010, por poco deja escapar lo que al final fue una victoria crucial para que Detroit empatara su Serie Divisional de la Liga Americana contra los Yankees a un triunfo por bando aquí en el Bronx.
Valverde llegó al partido para lanzar el noveno inning con su equipo arriba 5-1 -sin oportunidad de salvamento, situación en que tuvo efectividad de 5.79 durante la temporada regular-y permitió dos vueltas, dejando la carrera del empate en el plato antes de finalmente sacar el out 27.
"Fue un poco difícil", dijo un Valverde rodeado de reporteros y hasta riéndose en el clubhouse de los Tigres. "Pero eso pasa a veces. No se puede hacer nada. Haces lo más que puedes y sí, tiré mis pitcheos, mi split finger (recta de los dedos separados), mi sínker y mi recta".
Bajo una fuerte lluvia en el Yankee Stadium, Valverde permitió jonrón de Nick Swisher en el mismo primer lanzamiento que hizo, además de triple del boricua Jorge Posada y elevado de sacrificio del curazoleño Andruw Jones. En total concedió dos hits, un jonrón y dio dos bases por bolas.
Sin embargo, cuando más necesitó sacar los outs, sí lo hizo, incluyendo provocarle rodado a segunda al toletero dominicano Robinson Canó, el bateador más encendido de los Bombarderos del Bronx en estos días. Como ha hecho tantas veces en su racha de juegos salvados, supo salir de aprietos en los momentos indicados.
"Esa habilidad me la ha dado Dios", dijo Valverde al respecto. "Tenemos que ser agresivos cada uno de nosotros con lo que Dios nos dio. Mi equipo ganó y estamos celebrando".
Sí Detroit salió con la victoria y ahora el equipo va a casa con su as Justin Verlander lanzando contra el también formidable CC Sabathia de los Yankees. Pero debido al juego suspendido del viernes, hay cuatro días consecutivos con partidos, lo cual hace delicado el manejo de los relevistas de parte de ambos managers.
En el caso de Valverde, tuvo que hacer 34 pitcheos el domingo para sacar los tres outs en el noveno episodio.
Con eso en mente, está por verse si estaría disponible para lanzar el lunes o hasta tres días consecutivos si fuera necesario. Si le preguntas al mismo Valverde, la respuesta es contundente.
"Aquí no hay mañana", manifestó. "Si tengo que pitchar 11 juegos corridos los pitcho. Tengo bastantes años en este negocio y sé cómo manejarme con todos mis pitcheos".
Con las tantas lluvias, se vio dificultades tanto del lanzador Valverde como de los bateadores de los Yankees.
"A todo el mundo le afecta", afirmó el quisqueyano. "No le haces mucho caso en el momento en que estás pitchando, pero sí afecta a cada uno; cambio un poco mi forma de pitchar, esas cosas".
A CASA AHORA Y CON MUCHA CONFIANZA
Con todo y lluvia, dos carreras permitidas y juegos corridos, Valverde y sus compañeros de equipo se van contentos de Nueva York, con la serie empatada y los próximos dos partidos a celebrarse en el Comerica Park de Detroit.
"La ventaja que tenemos ahora mismo es una ventaja bastante grande", dijo Valverde. "Tenemos ya Verlander para mañana y unos cuantos más de los muchachos. Estamos ready todos para ganar el lunes. Creo que la serie se va a terminar ahora en la casa".
Con esa clase de confianza Valverde hizo justo lo necesario para evitar la debacle y tal vez salvar la serie para los Tigres, al menos por el momento.
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