El mirandino fue ovacionado en Valencia en su despedida
Valencia.- Richard Hidalgo debutó con los Navegantes del Magallanes el 2 de enero de 1992 como corredor emergente ante los Leones del Caracas, y ayer, como cosas del destino, anunció su retiro ante el mismo y eterno rival en el José Bernardo Pérez de Valencia, recinto copado por 16.475 fanáticos, que sin importar los colores de sus camisetas lo aplaudieron y despidieron como un héroe.
La rivalidad, por minutos, quedó a un lado. Jugadores de Caracas y Magallanes salieron de sus dugouts antes del juego para abrazarlo y brindarle su apoyo en uno de los momentos más difíciles de su carrera. Con voz entrecortada, Hidalgo le dijo adiós al beisbol como pelotero activo.
"Me retiro muy triste", dijo afligido quien jugó 15 temporadas con los turcos y se convirtió en insignia del equipo. "Estoy agradecido con la directiva del equipo por siempre confiar en mí. Con los fanáticos, que se molestaban cuando jugaba mal, pero se alegraban cuando daba mis batazos; y con los medios de comunicación, que siguieron mi carrera", agregó el máximo jonronero en la historia de la franquicia con 56.
El mirandino aseguró que no tomó la decisión de retirarse de un día para otro. "No fue una decisión a lo loco".
"Desde el año pasado estaba pensando en retirarme. Le lesión que sufrí en mi hombro derecho fue muy fuerte y me impidió rendir al 100%. No estaba dispuesto a ser bateador designado, porque a mí me gusta correr, cubrir los jardines y ya no podía hacerlo. Era muy frustrante. A veces no podía dormir, si lo hacía, era durante dos horas, máximo, así que con esta decisión me quite un peso de encima", explicó Hidalgo acompañado del manager Carlos García, el gerente deportivo Luis Blasini, Giuseppe Palmisano, Presidente de la Junta Administradora de la Fundación Magallanes de Carabobo, y Maximiliano Branger, vicepresidente del ente.
Si bien Hidalgo, a sus 36 años, sintió que ya es momento de dar un paso al lado como pelotero, esto no significa que le esté diciendo adiós al beisbol. Su corazón seguirá atado a este deporte. "Me retiro, pero no me voy de aquí. Quiero ayudar a los jóvenes a ser mejores. Aun no sé si seré coach, pero, por los momentos, acompañaré al equipo y lo ayudaré en lo que pueda. Este año, en los entrenamientos primaverales, hablé con la gente de Houston y me ofrecieron ser coach, pero les dije que no estaba preparado. Les dejé mi número de teléfono, vamos a ver que pasa", dijo quien con los Astros sacudió 44 jonrones, 42 dobles y remolcó 122 carreras en el 2000.
El retiro no solo fue difícil para Hidalgo. Su familia también sintió el adiós. "Mi esposa y mis hijos no lo tomaron muy bien porque me querían ver jugar. Pero respetaron mi decisión".
"Es un día especial. El legado de Richard se mantendrá intacto. Él puso el nombre de Magallanes en lo más alto y se va como un héroe", afirmó su amigo y estratega Carlos García.
"Después le haremos un acto más digno. Lo queremos mucho. Son pocos los que debutan y se retiran con la misma camiseta", finalizó Palmisano.
La rivalidad, por minutos, quedó a un lado. Jugadores de Caracas y Magallanes salieron de sus dugouts antes del juego para abrazarlo y brindarle su apoyo en uno de los momentos más difíciles de su carrera. Con voz entrecortada, Hidalgo le dijo adiós al beisbol como pelotero activo.
"Me retiro muy triste", dijo afligido quien jugó 15 temporadas con los turcos y se convirtió en insignia del equipo. "Estoy agradecido con la directiva del equipo por siempre confiar en mí. Con los fanáticos, que se molestaban cuando jugaba mal, pero se alegraban cuando daba mis batazos; y con los medios de comunicación, que siguieron mi carrera", agregó el máximo jonronero en la historia de la franquicia con 56.
El mirandino aseguró que no tomó la decisión de retirarse de un día para otro. "No fue una decisión a lo loco".
"Desde el año pasado estaba pensando en retirarme. Le lesión que sufrí en mi hombro derecho fue muy fuerte y me impidió rendir al 100%. No estaba dispuesto a ser bateador designado, porque a mí me gusta correr, cubrir los jardines y ya no podía hacerlo. Era muy frustrante. A veces no podía dormir, si lo hacía, era durante dos horas, máximo, así que con esta decisión me quite un peso de encima", explicó Hidalgo acompañado del manager Carlos García, el gerente deportivo Luis Blasini, Giuseppe Palmisano, Presidente de la Junta Administradora de la Fundación Magallanes de Carabobo, y Maximiliano Branger, vicepresidente del ente.
Si bien Hidalgo, a sus 36 años, sintió que ya es momento de dar un paso al lado como pelotero, esto no significa que le esté diciendo adiós al beisbol. Su corazón seguirá atado a este deporte. "Me retiro, pero no me voy de aquí. Quiero ayudar a los jóvenes a ser mejores. Aun no sé si seré coach, pero, por los momentos, acompañaré al equipo y lo ayudaré en lo que pueda. Este año, en los entrenamientos primaverales, hablé con la gente de Houston y me ofrecieron ser coach, pero les dije que no estaba preparado. Les dejé mi número de teléfono, vamos a ver que pasa", dijo quien con los Astros sacudió 44 jonrones, 42 dobles y remolcó 122 carreras en el 2000.
El retiro no solo fue difícil para Hidalgo. Su familia también sintió el adiós. "Mi esposa y mis hijos no lo tomaron muy bien porque me querían ver jugar. Pero respetaron mi decisión".
"Es un día especial. El legado de Richard se mantendrá intacto. Él puso el nombre de Magallanes en lo más alto y se va como un héroe", afirmó su amigo y estratega Carlos García.
"Después le haremos un acto más digno. Lo queremos mucho. Son pocos los que debutan y se retiran con la misma camiseta", finalizó Palmisano.
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