Por Andrés Pascual
A Manny Ramírez no se le debe ni invitar a un tour gratis por Cooperstown, poco a poco está acumulando suficientes deméritos como para jugar su papel de verdadero apestado en el beisbol.
No solo fue que golpeara a su esposa; sino la forma como le arrebató de las manos los micrófonos a dos reporteros de televisión, echando uno por la ventanilla de su carro, mientras su hermana impidió que repitiera con el otro.
Uno de los periodistas, por lo menos, es mujer, Ana Cuervo. Si no corre el dinero como sucede muchas veces, la fiscalía no debe tener ningún impedimento para echarle un carretón de años restrictivos de todo a este tipo y hasta su tiempo en prisión; pero ya se sabe cómo son ciertas cosas en este país cuando hay "Money". La reacción contra la prensa acusa al ex jugador no por su personalidad irascible, si no por su conducta cobarde y, posiblemente, acomplejada.
Entre los esteroides, su comportamiento marginal en grandes ligas más la violencia domestica y la que no es, este individuo, de Cooperstown, solo debe saber que existe un pueblito en Nueva York con ese nombre.
Ni entrar a ver la galería de fotos se le debe permitir a esta mofeta que se reinventa cada vez que la oportunidad lo amerita…para mal suyo y de alguien más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario querido fanatico :