ESA PROPOSICION OFENDE AL PREMIO CLEMENTE
Por Andrés Pascual
La creación de premios al mérito otorgados a jugadores activos por su actuación en el terreno de juego, incluye a quien haya sido adicto a la cocaína, o al bebedor empedernido que se regeneró: MVP's, CY YOUNG's…y Josh Hamilton es un claro y reciente ejemplo; incluso, si la conducta del individuo que olió, fumó o bebió es tan positiva que aceptó con honestidad y valor sus vicios superados, pudiera ser que otros premios, con esencia sublime para la moral social, también le hagan digno de recibirlos.
En estos tiempos, creado por la familia del ex jugador y avalado por las oficinas de las ligas mayores, existe el premio Roberto Clemente, mezcla de condiciones y resultados extraordinarios en el juego, con la conducta obligatoria que proyecte al pelotero como un ejemplo vivo de la personalidad del individuo; es decir, de hechos y trascendencia verdaderamente positivas para la sociedad, comenzando por la niñez y la juventud. Viéndolo bien, el premio Clemente no es cualquier cosa, por eso deben cuidarlo quienes proponen a sus jugadores como candidatos dentro de los clubes de ambos circuitos.
Según ex peloteros cubanos que gozaron de su amistad como el Haitiano González, Tony Taylor, Orlando Peña o Mike de la Hoz, el Idolo de Carolina no solo fue acaso el más grande pelotero hispano jamás visto en Grandes Ligas, sino una persona diáfana, caballerosa, responsable y honesta, al que le preocupaba la injusticia con el ajeno como si fuera con él mismo. La forma como perdió la vida es principio definitivo de una leyenda que no admite competencia ni hoy ni, por lo saqueado que está el baúl de la moral ciudadana, posiblemente mañana tampoco.
Debo confesar que, cuando leí los nombres propuestos para el premio por equipos, pensé que existen clubes a los que les gusta causar bromas; o que tienen confusión de fechas con respecto al llamado Día de los Inocentes quienes habilitaron su proposición; solo por esas razones se puede aceptar que los Medias Rojas de Boston tengan a David Ortiz como candidato al galardón.
¿Qué pasó allí? ¿Acaso no hay jugadores dignos del pergamino como para poner a competir a alguien que no lo merece?
Ortiz no solo fue informado como positivo a sustancias prohibidas; sino que, como hicieron otros, negó la evidencia de primera mano.
Si alguien en Boston cree que el premio debe obtenerlo ese pelotero, con una condición negativa de personalidad y conducta que contradice la del jugador cuyo nombre lleva, entonces no debe ser el de Roberto Clemente el que lleve la distinción…
Para tipos como los que actuaron así en función de "comisión electoral", el premio debería llamarse Rubén Rivera, que se robó un bate y un guante, o José Canseco, Barry Bonds o Mark McGwire y nadie se pondría bravo.
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