| RITOS DEL BEISBOL ORIENTAL Todos creyeron que el saludo reverencial de Juan Mini, nombre que nos llega como un reemplazo de ministro alguno en la China Milenaria, sino por la Serie Mundial, era cuestión normal de cortesía, por ser el primer bateador del evento. Sin embargo, la historia se repitió con Wang Chun-Min y con Juan Chin-Chum, hasta llegar al noveno bateador del "line-up". Descubrimos, pues, que salvo olvidos involuntarios, los bateadores orientales, lo mismo los japoneses que chinos y un poco menos los coreanos, saludan con una reverencia y descubriéndose a los árbitros.Lo que no es obstáculo para que a veces digan el clásico "huepaaaaa", pero casi nunca pasan de una simple frase y jamás tiran el bate ni intentan ser violentos. Además de este aporte protocolario y de fina cortesía, algo más importante ocurre en los juegos de China, Correa y Japón, por que cada vez que termina un "inning", se ponen de pie todos los jugadores en fila frontal con la espalda al "dugout" y tienen una conferencia ritual. Los americanos que hacen esto en el rugby, no lo hacen en el béisbol. Pero resulta que los orientales no sólo se dan allí las instrucciones sobre lo que debe de hacerse en un futuro, según el juego, sino que se piden perdón por los errores y hacen "imploraciones" para que este tiempo de buen sol se repita. Cuando hacen malas jugadas y cuando han hecho carreras y buenas jugadas, dando gracias o proclamando en protestas diciendo: "Que esta tarea fracasada no vuelva". Al terminar el rito se tocan y dicen: "Nosotros somos para nosotros, ninguno para ninguno.La técnica béisbolera de los orientales tienen cimientos sociales y religiosos muy interesantes que se derivan fundamentalmente de sus dogmas. Primero ellos, y lo confirma un jugador llamado Junen Woo, saben que lo hombres como Yoshiro Maekawa, son una excepción individual.Este zurdo puede dar 40 jonrones en 300 turnos, los demás no. Entonces perdiendo por cuatro carreras al comienzo del juego, tocan la bola con la lógica de que cuatro veces una es una vez cuatro. Y cambian los lanzadores a veces sin motivo, por que nadie esta obligado a hacer solo un trabajo. Su fildeo es deficiente en los batazos altos y parados, lo que parece obedecer a la forma de sus ojos, y de su manera de batear siempre a dos tiempos.Tienen debilidades manuales de malabaristas consumados y a las bolas bajas le dan casi infaliblemente si desean, chocarla no importa cuán lejos sea.Y sobre el toque de bola dicen: "Es un sacrificio, hay que enfrentarse al lanzamiento y no se falla". Claro que esto es técnico y tradicional, pero ellos lo conciben como una renuncia al peligro que se corre al darle el frente al lanzador para tocar la bola.En resumen mis amigos lectores un juego se puede ganar con paciencia y laboriosidad, o esa, haciendo las carreras de a poquito a poquito. Si viene el racimo de varias es por que primero hubo una. Y la dignidad la defiende así: "SI HACEMOS TODO LO QUE PODEMOS Y PERDEMOS ES POR QUE ELLOS PUEDEN MAS QUE NOSOTROS, ESPEREMOS NUESTRA OCASION". EDWIN KAKO VAZQUEZ ESCRITOR E HISTORIADOR DEPORTIVO
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