Por Andrés Pascual
Alexei Ramírez llegó al campo de entrenamiento de los Medias Blancas de Chicago y, no conforme con probarse, en lo que pareció una decisión descabellada del director Ossie Guillén, integró la plantilla oficial de 25 jugadores y, en aparente peor movimiento aún, el controversial venezolano le dio la oportunidad de juego diario en los jardines y en el cuadro interior hasta que lo designó dueño absoluto del campo corto; tan lejos fue Ossie que un slump inicial del cubano, considerable tal vez por otros como más exagerado que lo prudentemente admisible, en el mejor estilo de los grandes artilleros de la historia, Alexei la pasó jugando, ni en el banco ni en Ligas Menores, de las que jamás ha oído ni el nombre.
¿Qué ocurrió con Ramírez? ¿Será un caso único, digno de estudio por un equipo de sicólogos creado al efecto? Porque, no solo "llegó y vio", sino que, como jugó, es perfectamente adecuado el concepto de "triunfó".
Tony Oliva ganó campeonatos de bateo en sus primeros dos años en Grandes Ligas de tres que obtuvo; pero jugó tres campañas en Ligas Menores en el programa de adaptación y aprendizaje ¿Entonces…? Nadie, hasta ahora, puede explicar lo que ocurrió para que el pinareño continuara con la misma confianza y seguridad, si cabe, que la que tenía cuando jugaba para los equipos vueltabajeros de Series Nacionales; el ano del "jinx" o peligroso segundo del jugador, no lució de tal forma que lo derrumbara el juego de liga grande ni el pitcheo considerado el mejor del mundo, ¿Qué pudiera desplomarse este año? Es dudoso, porque, a fin de cuentas, el cubano, que tiende a comenzar mal ofensivamente y subir el nivel de bateo a medida que avanza la temporada, conoce mejor a los lanzadores de la liga, por lo demás…
Pero llegó Aroldis Chapman, con un mundo de condiciones y otro de esperanzas y el coach de lanzadores de los Rojos de Cincinnatti, Bryan Price, dijo que no sabía cuándo podía subir al club matriz el supersónico zurdo; porque, "no pudimos ver cómo reaccionaban los bateadores enfrentándolo por segunda vez", o "porque le faltan muchas entradas de ligas menores" y "porque hay que verlo ante la adversidad y las situaciones complicadas".
Sobre la primera apertura que hizo el cubano en Triple A, Price confesó que les agradó lo que vieron: lanzó como le indicaron, tiró strikes (55 de 85 envíos) y ponchó a 9 en 4 entradas.
Bien, si Chapman necesitaba todo esto para llegar a Grandes Ligas, lo que no le exigieron a José Contreras en Nueva York solo porque tenía más de 10 anos de edad que la promesa del Cinci; si Chapman era una pieza más brillante para el equipo de Castro que Ramírez, porque el lanzador fue no solo el primero de la rotación, sino la seguridad del triunfo del equipo, ¿Cómo Alexei Ramírez llegó a las Mayores y, "como Pedro por su casa", no solo conocía el lugar del cuarto de baño, sino hasta lo que se cocinaba ese día? .
Pie de grabado: La carrera meteórica de Alexei es un enigma
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