John Griswold
Hay una ley en el beisbol que indica que para ser exitoso en una temporada, hacer las pequeñas cosas dentro y fuera del terreno es elemental. Precisamente, de fundamento y disciplina carecieron los Navegantes del Magallanes, en especial durante el mes decisivo de la ronda regular 2010-2011 en la pelota venezolana, factores que hicieron hincapié en una eliminación tan decepcionante como merecida.
Efectivamente, lo que parecía un chiste sin poca lógica al comienzo de la etapa clasificatoria, terminó siendo un hecho muy apegado a la realidad y es que por muchas razones los turcos no merecían acudir al Round Robin.
La divisa naviera se posicionó penúltima en pitcheo colectivo (4.42 de efectividad), siendo masacrada dos veces con 18 carreras cortesía del eterno rival, Leones del Caracas, y recibiendo en la jornada inaugural 16 rayitas, producto de los maderos de Caribes de Anzoátegui.
"La rotación abridora se comportó a la altura en los primeros dos meses, luego decayó un poco y hombres como Eric Junge no fueron los mismos y Anthony Lerew, Sean Gallagher y Shinji Iwata se marcharon como estaba acordado, mientras que Fernando Nieve aunque dio el máximo no pudo ganar ninguna de sus ocho salidas. Y el bullpen se nos cayó cuando se lesionaron Yoel Hernández, Manuel Alvarez y Carlos Hernández, quienes venían preparando el camino a Jean Machí, ya que Clevelan Santeliz y Rafael Cova ni se acercaron a sus rendimientos del año pasado. Trajimos a Michael Bowden, un lanzador con mejores credenciales que la mayoría de los que actúan aquí, pero no hizo el trabajo", analiza Luis Blasini, gerente deportivo del Magallanes.
Es cierto que la ofensiva bucanera se mantuvo durante todo el torneo en el podio de la clasificación (es tercera con .269 de promedio), pero su liderato en el negativo departamento de gente dejada en base (477 corredores), muestra de modo claro que el bateo oportuno o situacional, nunca existió.
"En muchas de las derrotas pegamos más hits que el rival, pero con corredores en posición de anotar no salían esos batazos", agrega el timonel Dan Radison, quien inició la zafra como coach de bateo de los eléctricos.
Sin embargo, el factor deportivo que más pena causó, motivo de innumerables cuestionamientos de parte de fanáticos, medios de comunicación y hasta tren directivo y gerencial de la escuadra carabobeña, fue la defensiva, que probablemente ha vivido la peor temporada en la historia del beisbol rentado criollo. Para prueba un botón: 86 errores, cifra bochornosa que incluso podría subir en los dos juegos restantes del calendario regular. Aunado a eso, la novena valenciana pifió en siete ocasiones durante su partido de eliminación frente al Caracas, la noche del martes, lo que supuso un récord vitalicio en el circuito nacional.
"Perdimos muchos juegos por la defensa. Obviamente los muchachos no querían cometer errores, pero así es el beisbol. Cuando las cosas no se dan, no se dan", dice Blasini.
Segunda tanda de importados no cumplió
De lujo, tal y como lo apuntaba la teoría. Así resultó el rendimiento del primer grupo de peloteros foráneos que reforzó a Navegantes del Magallanes, muy distinto a lo ocurrido con la segunda tanda.
Mark Trumbo y Michael Ryan fungieron de grúas ofensivas dentro del line up, a la vez que Lerew, Gallagher e Iwata hicieron del staff de abridores el más efectivo de la contienda. En cambio, Roger Bernadina y Brendan Katin no propiciaron que sus bates explotaran, a la vez que Shairon Martis, Matt Wright y Bowden no colaboraron en ningún rol monticular.
"Las credenciales grandeligas de los curazoleños Bernadina y Martis daban para pensar que ayudarían bastante. Lamentablemente la actitud de los dos no fue la adecuada. En el caso de Katin, sabíamos lo que contratábamos, un toletero con mucho poder pero bastante vulnerable, sólo que no había nada mejor disponible. Siempre es así, los peloteros de mayores estatus vienen sólo para las primeras partes de las ligas invernales porque quieren descansar en diciembre y enero para los entrenamientos primaverales", explica el ejecutivo de la "nave turca".
Misión no cumplida
En el seno turco se desvaneció la motivación por vengar la derrota en casa contra el Caracas, durante el séptimo de la gran final en enero. La "Nave" volvió a hundirse, ahora de modo bochornoso, antes de tiempo, nuevamente en su patio, frente al enemigo más odiado, y el día de los inocentes (28 de diciembre).
En definitiva, campaña para el olvido, a excepción del no hit no run de Anthony Lerew (21 de noviembre), así que a pensar en la 2011-2012 mientras ven el Round Robin 2010-2011 vía televisiva.
Mal manejo de situaciones
Fuera del terreno de juego, algunas situaciones afectaron de forma notable el rumbo del "barco", creando el inicio de un desenlace decepcionante. Errores como intentar forzar una vuelta que nunca llegó del líder del núcleo del subcampeonato de la 2009-2010, Carlos García, igual que el no frenar la pobre conexión entre el estratega Frank Kremblas y algunos componentes del plantel, que desencadenó en la huida del dirigente estadounidense a pesar de su foja positiva para la fecha (17-12), marcaron la trayectoria de una entidad que partió en la cima de favoritismo previo a la contienda que aún no finaliza. "Esperamos mucho por Carlos García y se manejó mal el tema de Kremblas, un mánager que se marchó en el primer lugar debido a que no se sentía cómodo en la atmósfera de acá", reconoce el gerente Blasini.
Magallanes contrató a cuatro estrategas (García, Kremblas, Gregorio Machado y Radison) a lo largo de la justa, pese a que sólo ejercieron tres, ya que "El Almirante" nunca vino al país a manejar su buque. Dicho dígito nunca había sucedido en la historia de la popular franquicia, lo que marcó la inestabilidad en un club house donde el "team work" no existió."Nunca hubo peleas internas, aunque es cierto que el ánimo de los jugadores bajó respecto a la temporada anterior, sobre todo cuando caímos en esa racha de diciembre en la que perdimos tres de los primeros 15 encuentros", aclara el hombre que ideó la zafra de los eléctricos.
Cambios improductivos
En sus dos años de gestión, Luis Blasini se ha caracterizado por realizar algunos cambios vistosos en la teoría, pero que han salido mal en la práctica, tales son los casos de Nieve (0-4, 5.79 EFE), Miguel Montero (no jugó), Ramón Hernández (no jugó) y Humberto Quintero (no jugó). "No me arrepiento de ningún cambio. Quién pensaría que Nieve no ganaría ninguna de sus ocho salidas, además Alex Escobar y Gustavo Molina no iban a jugar acá. En cuanto a Ramón, me consta que quería jugar porque yo mismo hablé con la gerencia de Cincinnati pero le negaron el permiso. Nosotros dimos por él a Yusmeiro Petit que no ganó un juego en tres años con nosotros y recibimos también a Bruce Rondón, que fue de lo mejor de nuestro bullpen. Miguel Montero jugó la temporada pasada y de Quintero no tengo nada que decir, ustedes saben que no cumplió su palabra".
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