Con los Padres de visita en el Sun Life en Miami, ocupando el primer lugar del oeste y generando en los entendidos una de las mayores sorpresas del 2010, hay que hablar de ellos, porque no sabemos si se van a desinflar y perdemos la oportunidad de escribir sobre uno de los equipos que más inteligente ha sido en relación a su parque en todo el béisbol de grandes ligas.
Lo que pasa es que el parque de los Padres, el Petco Park, que obtiene su nombre de una de las cadenas de tiendas sólo para mascotas más grandes de los Estados Unidos, es uno de los parques más difíciles para los bateadores de todo el béisbol mayor. Diversas son las condiciones que hacen de este estadio un paraíso para los lanzadores, primero su posición a nivel del mar, que hace que la gravedad sea más fuerte contra la pelota, limitando su vuelo, segundo los niveles de humedad que hacen que la pelota pese mucho más que en otros parques.
El Petco, terminó el 2009 como el parque número 29 entre los 30 stadiums de liga mayor en cantidad de jonrones conectados y es por ello que los padres tuvieron que reingeniar su equipo dadas las características de su casa, tal como han intentado hacer otros sin tanto éxito como los sandieganos.
Armar un equipo para jugar en el Petco te obliga a cumplir con una serie de características especiales, la primera es olvidarte de buscar un grupo de bateadores de poder. Los Padres sólo cuentan con Adrián González como un autentico exponente del bateador de poder en el más puro estilo. El resto del equipo aprovecha la velocidad y los amplios espacios que brinda el Petco, un parque ancho que tiene amplias zonas en los gaps.
Bateadores de líneas, buenos corredores de base y chocadores fastidiosos, son la piedra angular del ataque de los Padres, lo que ha dado muy buenos frutos al inicio de esta temporada. Pero esto no viene sólo, un grupo de lanzadores que sin ser parte de la élite del béisbol, tienen como característica fundamental el hecho de que reciben más elevados de rodados, lo que hace que estos batazos terminen siendo globos, gracias a las condiciones naturales del parque.
La velocidad endemoniada de Everth Cabrera, Chase Hundey y Willy Venable han conseguido la bicoca de 14 robos de base para el trío y completa una veintena de estafas de los Padres, líderes de la Nacional, en los primeros 18 partidos de temporada, mientras que solamente han sido puestos out intentando robar en 3 oportunidades, un porcentaje de éxitos en robo de base del 87%, excelente para los monjes.
Por otro lado hablamos antes de los gaps y su mayor exponente, el señor doblete, en este renglón los Padres, ya han conectado 31 batazos de dos bases y han fabricado 83 carreras, mientras que su lanzadores son terceros en efectividad con 2.87 y han recibido 17 jonrones de los cuales sólo 7 fueron conectados en su casa.
El éxito está ligado a como construyeron su equipo, mientras los Arizona y San Francisco fallaron con sus bateadores de poder, los Padres se dedicaron a jugar la pelota pequeña y lograron ganar 6 partidos de forma consecutiva en casa fabricando sólo 20 carreras a un promedio de menos de 4 carreras por encuentro, muestra inefable de lo que les comento.
Recuerdo que el Astrodome de Houston, era llamado el cementerio de los bateadores y durante los años en los que la franquicia estuvo en el primer parque cubierto del béisbol mayor, sus jugadores nunca sobresalieron por ser grandes jonroneros. Estamos a la puerta de ver una reedición de aquellos astrales, que hoy en los Padres tienen un igual, pero no por casualidad, sino por estrategia, una estrategia de contratación que los ha puesto, hasta ahora, en el primer lugar de su divición.
AUTOR: Broderick Zerpa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario querido fanatico :