"Cada vez que mencionas a Clemente, la gente se emociona o aparece un brillo en sus ojos", dijo McCutchen. "Siempre tienen una historia acerca de lo que él hizo por ellos".
Dichas anécdotas se han quedado con McCutchen, porque el jardinero de los Piratas quiere que lo recuerden de la misma manera. El béisbol le ha dado mucho en la vida y él trata de devolver a la comunidad. Por eso ya hay muchas historias sobre lo que ha hecho McCutchen por el prójimo.
Creo que en el mundo de hoy día, hacen falta los héroes. Él es uno de ellos", dijo Chris Gessner, presidente de la Children's Hospital of Pittsburgh of UPMC. "No sólo es un gran pelotero, sino que es mejor persona".
Por esa razón, McCutchen fue reconocido con el Premio Roberto Clemente, galardón que se le otorga al jugador que mejor sigue el ejemplo de Clemente dentro y fuera del terreno.
McCutchen también trabaja con la Make-A-Wish Foundation desde el 2012, según Dana Antkowiak, gerente de mercadeo y comunicaciones de las operaciones de la fundación en el estado de Pennsylvania y Virginia del Oeste. Desde entonces, el estelar ha visitado a 11 niños que padecen enfermedades que amenazan con sus vidas.
Durante los entrenamientos de este año, McCutchen se pasó un día entero con Owen Taylor, un niño de siete años que tiene un mal del corazón. Y en agosto en el PNC Park, el jugador recibió a Cameron Pittman, de 12 años, quien lucha contra el cáncer.
"Él tiene la habilidad de hacer que el niño se sienta a gusto. Siempre está bien entrado en la conversación y hace preguntas sobre lo que les interesa a los niños. Es increíble", dijo Antkowiak. "En las cartas y notas que recibimos después, las familias quedan bien impactadas por la experiencia de compartir con él".
Lo mismo se puede decir en el hospital infantil, donde Gessner y su staff se complacieron al ver que McCutchen ganó el Premio Clemente.
McCutchen empezó a visitar el hospital poco después de ser subido a Grandes Ligas. Él y su esposa, María, han lo han visitado con frecuencia Gessner afirma que la pareja es bien generosa con sus donaciones a la Children's Hospital of Pittsburgh Foundation.
"Hacen un gran equipo", dijo Gessner al referirse a McCutchen y su esposa. "Hacen eso porque es importante para ellos".
Antes de Halloween (31 de octubre), McCutchen le brindó al hospital 200 disfraces, dándoles a los niños la oportunidad de pedir dulces. También este año, el hospital realizó un evento de arte, en el que McCutchen dibujó y pintó junto a los pacientes y sus familias.
Uno de los niños, Matt Groeber, compartió con McCutchen y recibió de él una bola firmada. Cuando Matt fue dado de alta y empezó a jugar béisbol de nuevo, dio tres jonrones en dos partidos y mandó una de las pelotas a McCutchen.
"En esas cosas es que (McCutchen) causa un gran impacto", dijo Gessner. "Tiene un entusiasmo contagiosa. A nuestros pacientes y sus familias les encanta verlo llegar, al igual que nuestro staff".
Sin embargo, Gessner nunca ha conocido a McCutchen. Eso habla de la manera en que McCutchen prefiere hacer las cosas. Según Gessner, las hace por los pacientes y sus familias, no por la atención que pueda recibir.
"Eso viene de su corazón", dijo Gessner. "Lo hace calladamente. Así quiere las cosas".
McCutchen también quiere que la gente lo recuerde de esa maneara. Su padre, Lorenzo, le pregunta con frecuencia qué quiere que diga su lápida. ¿Describirán esas palabras su carrera en el béisbol o lo que hizo por el prójimo?
"Eso es lo único que importa, que hagas tu trabajo y ayudes a las gente que no puede ayudarse a sí misma", dijo McCutchen.
Por eso le dio más orgullo ganar el Premio Roberto Clemente que conquistar el galardón al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional hace dos años. McCutchen está claramente motivado a triunfar en el terreno, pero quiere forjar un fuerte legado en la comunidad.
"Lo hace todo por los motivos correctos", dijo el manager de los Piratas, Clint Hurdle. "Tratar de ser como Clemente".
