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martes, 7 de abril de 2015

El Cy Young que nunca fue

05-11-2014. Owen Watson. The HardBall Times

 A Mike Norris, de acuerdo, le fue robado el premio Cy Young de la Liga Americana en 1980. (via John Morgan) Hace dos años, cuando los Atléticos de Oakland se encontraban inmersos en la intensidad de una remontada de septiembre que culminaría con el título de la división Oeste de la Liga Americana en el último día de la temporada, yo había ido a una tienda de comestibles cercana a mi vecindario en Oakland. Iba para el juego de los Atléticos ese día y entré allí para comprar algún bastimento en mi ruta al estadio. Detrás de mí en la cola estaba un hombre mayor quién notó mi gorra de los Atléticos, empezamos a hablar del equipo. Discutimos la trayectoria de la temporada, si podíamos ganar la división, como nuestros abridores y el bull pen estaban lanzando muy bien en la recta final, tópicos normales de aficionados, hasta que él sacó su cartera para pagarle al cajero. "¿Quieres ver algo? Me preguntó, luego de entregarle un billete de veinte al cajero. Sacó una barajita de beisbol de su cartera y me la ofreció. Estaba bien desgastada: el cartón se había suavizado, los bordes estaban doblados y rasgados, y el anverso estaba desteñido, como una película en Technicolor de hace décadas que fuese colocada en el estante de un almacén y se hubiesen olvidado de ella. Pude leer el nombre, a pesar de la decoloración. "Mike Norris". Lei la barajita. ¿Este es usted? "Así es", dijo él. Comparé al tipo flaco del bigote delgado en la barajita con el hombre parado frente a mí. El parecido era evidente, pero el no lucía como un antíguo pitcher de Grandes Ligas, o lo que yo pensaba de como debía lucir un antíguo pitcher de Grandes Ligas. No era muy alto, no tenía una complexión particularmente fuerte, y sus brazos era de tamaño normal, tal vez un poco largos.

 Al momento, no pensé en preguntarle porque llevaba una barajita de beisbol de si mismo para mostrarla a extraños. No pensé en preguntarle porque usaba muletas permanentes, o porqué estaba en la tienda, o qué transpiró en los 31 años entre la foto del él a mitad de windup en la Topps de 1981 en mi mano y aquel día de septiembre de 2012. No pensé en preguntarle nada, porque había volteado la barajita y veía la línea de su temporada de 1980. Los números: 22 victorias, 284.1 innings lanzados, 180 ponches, 2.53 de efectividad, 1.04 de WHIP. Veinticuatro juegos completos. Fue un año de ensueño: del tipo que solo llega cuando un joven, delgado derecho con talento de primera ronda tiene la epifanía, el click, y es casi imbateable desde entonces. "Santo cielo", dije. Mas adelante ese día, luego del juego, me fui a casa para revisar su temporada de 1980 a profundidad, una temporada que siguió haciéndose mejor y mejor mientras avancé en las estadísticas. Por las medidas tradicionales, su temporada fue ejemplar; por sabermetría, fue mejor. Entre los pitchers de la Liga Americana, él se ubicó así: -Tercero en Fielding Independent Pitching (Fildeo independiente del pitcheo) - Primero en Adjusted Pitching Runs (Carreras ajustadas de pitcheo) - Primero en Adjusted Pitching Wins. (Victorias ajustadas de pitcheo) - Primero en Wins Above Replacement en pitcheo (Victorias por encima de reemplazo) Sin embargo, había un número que sobresalía más que cualquier otro en la página de su perfil en Baseball Reference: un CYA-2 bajo la sección "Premios". Al marcar en el link, vi la votación del Cy Young de la Liga Americana de 1980 por primera vez, y las palabras que Mike Norris dijo temprano en el día resonaron en mi cabeza.

 "Me robaron", me había dicho, tomó la barajita para mirarla, como si hubiera algo de lo que se hubiera perdido en los 30 años que había estado en su cartera. "Debí haber ganado el Cy Young". Fue una votación muy cerrada. Steve Stone, abridor de los Orioles de Baltimore y ganador de 25 juegos, empató con Norris con 13 votos de primer lugar. Quienes no votaron por Norris para ganar lo colocaron muy abajo en la elección (Stone recibió 10 votos de segundo lugar por siete de Norris), lo cual le dio una cantidad menor de puntos totales para determinar la entrega del premio a Stone.res electores dejaron a Norris fuera de la votación. Sin embargo, la carrera no fue cerrada. La campaña de 1980 no fue un caso como el de la carrera por el Cy Young de este año (2014) entre Felix Hernández y Corey Kluber, en la cual las estadísticas de ambos pitchers están separadas por márgenes milimétricos. Norris había aventajado a Stone en cada categoría de pitcheo en 1980, excepto dos: victorias y porcentaje de victorias. Stone jugó para un equipo que ganó 100 juegos; Norris jugó para un equipo que ganó 83. Como resultado, Stone tuvo marca de 25-7 y Norris 22-9. Aparentemente esas fueron las únicas estadísticas que los votantes tomaron en cuenta. A través de los dos años transcurridos desde que conocí a Morris en aquella tienda de comestibles de Oakland, no he podido dejar de regresar al Cy Young de la Liga Americana en 1980.

 ¿Qué fue de Norris después de 1980? O más importante aún ¿Por qué no he oído más de él, la víctima de uno de los escamoteos más grandes de la historia del Cy Young? Empecé por el comienzo. Mike Norris fue seleccionado en la escogencia 24 de la primera vuelta del draft amateur de 1973 por los Atléticos de Oakland en el City College de San Francisco. Su primera apertura con el equipo de Grandes Ligas de los Atléticos fue en 1975, y en los próximos cuatro años tuvo relativamente poco éxito, dejó números de 12-25 con 4.67 de efectividad y 1.53 de WHIP hasta la conclusión de la temporada de 1979. Muchos de los reveses que Norris sufrió pueden ser atribuidos a la actuación del equipo, el cual, luego de ganar tres series Mundiales seguidas entre 1972 y 1974, pasó por una seria etapa de reconstrucción mientras Norris ascendía en la clasificación. Despues de ganar 98 juegos en 1975, Oakland perdió 74 juegos en 1976, 98 en 1977, 93 en 1978, y 108 en 1979. Algo cambió en 1980 para los Atléticos y Norris, cuando la rotación de abridores estaba llena de jóvenes ases bajo el mando del nuevo manager Billy Martin: Rick Langford ganó 19 juegos con 3.26 de efectividad (así como 28 juegos completos), Matt Keough ganó 16 con 2.92 de efectividad (20 juegos completos), y Norris emergió como el mejor de todos. Steve McCatty y Brian Kingman redondearon la rotación, cada uno lanzó más de 210 innings y tuvo efectividad por debajo de 4.00. Bajo Martin, los primeros tres abridores lanzaron un combinado de 824.1 innings en 1980, se convirtieron en el último equipo con tres lanzadores que pitchearon por lo menos 250 innings cada uno con efectividad por debajo de 3.30. La pesada carga de trabajo de los abridores vendría a formar parte del estilo de dirigir de Martin, coloquialmente conocido como "Billyball", y fue la sospechada causa de que todos los cinco abridores de la rotación de 1980 tuvieran sus carreras recortadas debido a lesiones en los años venideros. Como Norris le diría a L.A.Times en 2011 respecto a las visitas de Billy Martin al montículo, "Si le decías que estabas cansado, te miraba como si fueras poco hombre", dijo Norris. "Por eso le decía que se fuera de ahí". Y casi siempre, Martin se iba de ahí. El joven derecho Norris, lanzaría 284.1 episodios en su especial temporada de 1980, la segunda cantidad más alta en la Liga Americana. 

El punto más alto de la temporada, para aquellos inclinados a los exigentes y dolorosos maratones de fortaleza atlética, fue un juego de 14 innings ante Jim Palmer y los lideres Orioles. Norris cubrió la distancia, permitió 12 imparables, dos boletos, y dos carreras limpias, enfrentó 51 bateadores. Finalmente se apuntó la victoria luego que Antonio Armas bateara un jonrón con las bases llenas en el cierre del décimocuarto inning. Hacia el final de la temporada, el rumor del Cy Young perseguía al nuevo as de la rotación. Luego de su apertura final de 1980, un triunfo 11-3 sobre los Medias Blancas de Tony LaRussa en el cual Norris lanzó su quinto juego completo seguido, LaRussa diría, "Este muchacho que nos venció hoy tiene que ser el candidato principal del Cy Young. Martín fue más allá, luego de la victoria dijo "…si ellos no pueden tomar su decisión basados en lo que él ha hecho hasta ahora, nunca lo harán". El derecho terminaría la temporada con logros sobresalientes: de las 33 aperturas que hizo, 24 fueron juegos completos, incluyendo cinco en extra-inning de 11, 14, 10, 11 y 11 episodios. Agenció una tasa de porcentaje de boletos de 7.3 (la mejor de su carrera), ganó el primero de sus dos guantes de oro (el único pitcher de los Atléticos que ha ganado ese premio), y terminó entre los tres mejores de la Liga Americana en WHIP, hits por cada nueve innings lanzados, innings lanzados, ponches, victorias y Fielding Independent Pitching. Con sólo las estadísticas, Norris parecía el seguro ganador del Cy Young. Stone terminó fuera de los cinco mejores de la Liga Americana en la mayoría de las categorías de arriba (WHIP, H/9, IP, Ks, y FIP); en algunos casos, ni siquiera estuvo entre los 10 mejores (WHIP, FIP). Parecía haber un claro ganador al final de la temporada. Como diría Norris en septiembre de 1980, "…basado en mis estadísticas, no hay duda de que he hecho un mejor trabajo que él". Sin embargo, Norris no ganó el Cy Young. Tres votantes llegaron tan lejos como dejarlo fuera completamente de la elección. Esos miembros de la BBWAA eran de Kansas City, Detroit y Anaheim. Norris tuvo una marca combinada de 5-1, con 1.41 de efectividad y 0.92 de WHIP contra Reales, Tigres y Angelinos en 1980. No es un secreto que el prejuicio de las victorias y el porcentaje de victorias ha dominado la elección del Cy Young hasta hace muy poco, pero ¿cuales fueron las otras razones por las cuales el premio le fue entregado a Stone en vez de a Norris? Existe la posibilidad de un prejuicio hacia Baltimore y la Costa Este. Empezando en 1973, los pitchers de los Orioles ganaron cuatro de los próximos siete premios Cy Young: Jim Palmer en 1973, 1975 y 1976, junto a Mike Flannagan en 1979. Los votantes pudieron haber condicionado sus elecciones, debido a que Baltimore fue una franquicia exitosa durante los años '70. Stone también abrió el Juego de las Estrellas por la Liga Americana y lanzó tres innings perfectos, y los Orioles eran los favoritos de la Liga Americana desde el comienzo de la temporada. Stone también estaba al final de su carrera, y Norris empezaba la suya. Como diría Norris al conocerse la decisión del Cy Young, "Me parece que pensaron que Steve era quien más merecía el premio. Puedo aceptar eso… Tengo muchos años por delante. Espero poder ser considerado otro año". No habría otro año como 1980 para Norris. Con la pesada carga de trabajo de Martin, no sorprende que todos los cinco abridores de Oakland en 1980 se hayan desvanecido con una variedad de asuntos de codo y hombro en las temporadas siguientes. Langford tuvo sólo dos temporadas exitosas más antes de ser dejado libre en 1985, Keough nunca más superaría los 100 innings lanzados en una temporada luego de 1982, McCatty estaba acabado a los 31 años, y Kingman tambien después de 1982. 

 Para Norris, se trató de la confluencia de dos influencias dañinas que afectaron su carrera luego de su gran temporada: la aparición de una lesión en el nervio de su hombro de lanzar y la epidemia rampante de cocaína que plagó al beisbol a comienzos de los '80. 1981 fue una temporada interrumpida por una huelga con mucho tiempo libre para actividades extracurriculares y una pérdida de fuerza en el hombro, seguida por una temporada de 1982 que vio la introducción de "Billyball" en todos los niveles de la organización de los Atléticos luego que a Martín le fuera entregada la responsabilidad de las operaciones de beisbol en Oakland. En 1982, los pitchers jóvenes estaban lanzando juegos completos en el lugar de los abridores de Grandes Ligas durante los juegos del entrenamiento primaveral, lo cual llevó a una falta de preparación para los exigentes cotejos de nueve innings que los esperarían a partir del juego inaugural. Norris llegó a la lista de incapacitados con tendinitis de hombro en junio de 1982 como el resto del cuerpo de lanzadores, sufría bajo la intensa carga de trabajo, y tuvo cirugía en el hombro en noviembre de 1983 luego que el dolor y la inefectividad habían arreciado. Su lesión también aumentó su dependencia de las drogas, lo cual lo sacó de la liga y lo llevó a rehabilitación de las drogas. Tendría un corto regreso en 1990 con los Atléticos y lanzó bien, pero fue dejado en libertad luego de solo 27 innings de trabajo. Dos años después de nuestro encuentro en la tienda, decidí que era el momento de preguntarle a Norris por su carrera, la carrera por el Cy Young de 1980, y su vida actual. 

Durante el mes que anduve buscándolo, encontré unas pocas sorpresas, incontables historias sobre leyendas e inquilinos del Salón de la Fama, y un programa para jóvenes en riesgo que usa al beisbol como herramienta para movilidad social y hábitos de salud. Con una rápida investigación, hallé que el antíguo as ahora lidera un programa llamado Mike Norris School for Baseball and Wellness, una sociedad con una institución sin fines de lucro en el Area de la Bahía que busca comprometer a los jóvenes urbanos mediante un curriculum de beisbol y ejercicios/dieta apropiados. El programa está en las etapas iniciales de su sociedad con la institución sin fines de lucro Peacemakers, Inc., pero sirve como programa post escuela para ayudar a los niños ante algunas de las repercusiones negativas de vivir en areas urbanas de bajos ingresos. A partir de ahí, llamé a números que resultaron estar desconectados, envié correos electrónicos a direcciones que nunca respondieron, y llamé a la institución sin fines de lucro y dejé un mensaje. Pocos días después, conseguí una pista, hablando con el fundador, Hank Roberts. Habló algo del gran trabajo de guía que la organización está haciendo en Oakland y condados vecinos. Dijo que me pondría en contacto con Mike. Minutos después recibí una llamada.

 "Es Mike Norris". Dos días despues, me senté frente a él en un café de Oakland. Es más alto de lo que recuerdo. Sus manos son grandes. Tiene la sonrisa fácil y los modales afables de alguien quién ha sido entrevistado miles de veces. Luce en toda su esencia, como un pitcher de Grandes Ligas. Por las próximas tres horas, hablamos de su primera aparición en las ligas menores, del agarre de su screwball, de cuando Dave Winfield lo atacó luego de acercarle la pelota. Me cuenta de un Rickey Henderson de 19 años y una discusión con Bob Gibson. Discutimos de su School of Baseball and Wellness, un programa de compromiso para la juventud de Oakland. Cuando nos despedimos, hacemos planes para reunirnos de nuevo. Luego de salir del café, camino a casa y me siento en mi escritorio. Sacó el reproductor de cintas, lo reviso y tengo tres horas de historias, presionó el botón play. He lanzado nueve innings, pero regresaré para el décimo. Apenas comenzamos. 

 Traducción: Alfonso L. Tusa C.

Hay 28 nuestros entre los privilegiados



 
 



Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).-

"No me explico por qué los Óscares se entregan en Hollywood, si los mejores actores y actrices están en Washington"… Joseph McKadew.-

-O-O-O-O-

Entre los primeros 100 bigleaguers, según lo que parecen prometer para 2015, de acuerdo con los votos de un grupo de 15 scouts, aparecen 28 nativos de Latinoamérica. El primero de este grupo es Miguel Cabrera, tercero entre todos, solo tras de Mike Trout, número uno, y Paúl Goldschmidt, número dos.

José Altuve es segundo entre los latinoamericanos por nacimiento y octavo en general, Félix Hernández tercero y noveno, Víctor Martínez cuarto y décimo tercero, Aroldis Chapman quinto y décimo séptimo, José Abreu sexto y vigésimo, Carlos González séptimo y vigésimo primero, Nelson Cruz octavo y vigésimo cuarto.

Siguen, Róbinson Canó 9-30, Hanley Ramírez 10-33, Carlos Gómez 11-34, José Bautista 12-36, Edwin Encarnación 13-39, José Reyes 14-47, Adrián Beltré 15-48, Yasiel Püig 16-50, Pablo Sandoval 17-53, Salvador Pérez 18-56, Albert Pujols 19-58, Yoenis Céspedes 20-67, Starlin Castro 21-63, Alexei Ramírez 22-64, David Ortiz 23-65, Carlos Santana 24-66, Dellin Betances 25-73, Elvis Andrus 26-82, Yan Gomes 27-86, Yadier Molina 28-91.

En esta selección del centenar de bigleaguers más prometedores este año, aparecen también algunos hijos de mexicanos y de cubanos nacidos en Estados Unidos, como Anthony Rendón en el sitio 20 de los 100, Adrián González 37, Nolan Arenado 69 y J.D. Martínez 78.

Los autores de esta selección insistieron en que no han tomado en cuenta la carrera de estos peloteros. Solo han basado su opinión en lo realizado por ellos en 2014 y en cómo se han desempeñado en los entrenamientos de este año. Y por supuesto, puede haber sorpresas, como alguno ausente de esta lista en gran campaña 2015, u otro presente en la selección con descenso notable este año… ¡Amanecerá y veremos!

Advierto que no intervine en nada para la confección de esos cien nombres.

RETAZOS.- ** Con homenaje a la memoria de Ernie Banks, Wrigley Field en remodelación, un nuevo mánager en el dugout, el zurdo Jon Lester sobre la lomita y los Cardenales de visita, inauguraron anoche los Cachorros su temporada. Hay optimistas como yo, que creemos, puedan ganar hasta la Serie Mundial por primera vez en 107 años… ** Los Arrogantes Dodgers tienen contratado a un cubano por tres millones de dólares para este 2015, y el hombre nunca ha pisado tierra de Estados Unidos. Es el infielder Héctor Olivera, en Dominicana en espera de la visa. Se sabe que está lesionado del codo derecho. Lo que nadie sabe es si el hombre puede jugar en primera, en segunda o en tercera bases…

Ahora en juanvene.com, el archivo de estas columnas y mucho más.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
Y gracias a mi esposa que me sirve el tinto.

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Jbeisbol5@aol.com
@juanvene5

Encarnación conecta HR en victoria sobre Yankees




 
 





NUEVA YORK -- Edwin Encarnación bateó un jonrón de dos carreras contra el abridor Masahiro Tanaka y los Azulejos de Toronto abrieron la campaña 2015 el lunes con un triunfo de 6-1 sobre los Yankees de Nueva York.



La concurrencia en el Yankee Stadium reservó su mayor ovación para el toletero Alex Rodríguez, en su primer juego de regreso tras una suspensión de un año por drogas. Bateando séptimo en la alineación, Rodríguez dio un sencillo, recibió u boleto y fue retirado con una línea.


Drew Hutchison, a los 24 años de edad el abridor más joven de día inaugural en la historia de los Azulejos, maniató a los Yankees sin hits hasta que Brian McCann soltó un cepillazo junto a la raya de tercera base para un sencillo con dos outs en el cuarto episodio.

Hutchison (1-0) toleró solamente tres hits, incluyendo el jonrón de Brett Gardner en el sexto episodio, para ayudar a Toronto a mejorar su marca a 20-19 en aperturas de campaña.

El ex-Yankee Russell Martin bateó un sencillo de dos carreras en el tercer inning contra Tanaka (0-1).

Por los Azulejos, los dominicanos José Reyes de 3-0, una anotada; Jose Bautista de 5-0 y Encarnacion de 4-1, un jonrón, dos empujadas. El venezolano Dioner Navarro de 4-1.


Por los Yankees, el boricua Carlos Beltran de 3-0.

A-Rod vuelve al Bronx, aclamado por su público

NUEVA YORK -- Alex Rodriguez escuchó las ovaciones y se quitó la gorra para agradecer. Negoció un boleto en ocho lanzamientos, pegó un sencillo al jardín contrario y bateó un elevado.

Después de dimes y diretes, una queja, múltiples demandas y amenazas, seguidas por una inevitable disculpa, un acto de contrición con aparente libreto y una penitencia que parece eterna, A-Rod volvió a jugar en las filas de los Yanquis, con el uniforme a rayas y frente a un público que no le profesó adoración pero que sí le otorgó visiblemente el perdón en un día soleado que marcó el comienzo de la campaña.

De vuelta tras una suspensión sin precedente que abarcó una campaña entera por dopaje, Rodríguez recibió una sonora ovación. Incluso el grupo de fanáticos conocido como Bleacher Creatures coreó el nombre de Rodríguez, algo poco habitual para un bateador designado.

A-Rod fue colocado séptimo en el orden, algo que no le había ocurrido en 19 años durante una campaña regular. Bateó de 2-1 y los Yanquis cayeron por 6-1 ante Toronto.

"Esto significa todo para mí", expresó Rodríguez después del encuentro. "No pienso que jamás haya considerado que este aprecio estaba garantizado, pero sí puedo asegurarles que jamás lo pensaré así durante este año".

Rodríguez está por cumplir 40 años en julio, y muchos de los viejos rostros no están ya en el club. CC Sabathia se mudó al banquillo de Derek Jeters, junto a la puerta posterior, mientras que Brian McCann ocupó el casillero del panameño Mariano Rivera en medio de la habitación. Ese mismo armario fue utilizado por David Robertson el año anterior.

A-Rod es el veterano de un equipo que no gana la Serie Mundial desde 2009, y que se ausentó de los playoffs en dos ocasiones consecutivas.

En 2009, admitió que había consumido drogas para mejorar su desempeño de 2001 a 2003, cuando jugaba con Texas, pero aseguró que desde entonces se había alejado del dopaje. Como mantra, repitió que aquella falta obedeció que era "joven" y "estúpido", en una conferencia de prensa frente a sus compañeros.

"Lo único que pido hoy a este grupo y a los estadounidenses es que me juzguen a partir de este día", indicó en aquella ocasión.

Pero en 2013, las Grandes Ligas lo pillaron. Un juez de arbitraje concluyó que había "evidencias claras y convincentes" de que Rodríguez empleó tres sustancias prohibidas y trató de obstruir en dos ocasiones la investigación sobre el dopaje en este deporte.

Luego de purgar la suspensión, emitió un comunicado de su puño y letra, en el que asumió "la plena responsabilidad por los errores" sin dar detalles sobre los mismos. Dijo ante los investigadores federales que había consumido esteroides, de acuerdo con un abogado del ex coach de pitcheo de la Universidad de Miami.

Nueva York le adeuda 61 millones de dólares por las últimas tres temporadas de su contrato, y su relación con la gerencia fue tensa antes de la pretemporada.

Muchos aplausos y algunos abucheos recibieron a Rodríguez cuando se le presentó antes del juego. Sus compañeros formaban fila en el terreno, y la foto de A-Rod apareció en la pantalla gigante que se ubica detrás del jardín central.

"A-Rod", cantaron varias veces los Bleacher Creatures desde sus butacas por el lado del jardín derecho. Normalmente, corean los nombres de todos los integrantes de la alineación en el primer inning, excluyendo al bateador designado.

"No es algo típico", reconoció "Bald Vinny" Milano, líder de los Bleacher Creatures, en un correo electrónico. "Simplemente se nos ocurrió que él podía necesitar algo de apoyo. Es siempre bueno saber que alguien está de tu lado".

Mirando desde la cueva, Rodríguez se quitó la gorra dos veces para agradecer el gesto.

Altuve, Keuchel lideraron blanqueada sobre Indios



 
 



HOUSTON -- Dallas Keuchel y dos relevistas se combinaron para lanzar pelota de tres inatrapables, y los Astros de Houston vencieron el lunes 2-0 a los Indios de Cleveland.


Los Astros se impusieron pese a que Corey Kluber, ganador del Cy Young en la Liga Americana, no les permitió un solo hit durante casi seis episodios.

George Springer y Jake Marisnick remolcaron una carrera cada uno por los Astros.


En su primera apertura de un juego inaugural de la campaña, Keuchel (1-0) aceptó tres indiscutibles y ponchó a cuatro contrincantes en siete innings.

Tony Sipp lanzó el octavo capítulo en forma perfecta y el nuevo cerradorLuke Gregerson resolvió en tres hombres el noveno para apuntarse el salvamento.


Kluber (0-1) no toleró un solo hit sino hasta que el venezolano José Altuve pegó un batazo suave que se convirtió en sencillo, al caer frente a Michael Bourn en el jardín central, cuando había dos outs de la sexta entada. Altuve se robó la intermedia y anotó en un sencillo de Springer, quien fue retirado cuando trataba de transformar su batazo en doble.


Por los Indios, los dominicanos Carlos Santana de 3-1, José Ramírez de 3-0. El brasileño Yan Gomes de 4-1.

Por los Astros, los venezolanos Altuve de 4-1 con una anotada, Luis Valbuena de 3-0.

lunes, 6 de abril de 2015

V-Mart enfocado en volver a producir por los Tigres

ST. PETERSBURG -- A comienzos de esta semana, el toletero venezolano de los Tigres, Víctor Martínez, dijo que no sabía si tenía los suficientes turnos para llegar a la forma que quería, pero trataría de hacerlo. Obviamente, ya no hay más tiempo.

El hecho de que Martínez está listo a dos meses de someterse a una operación en la rodilla izquierda, es un gran logro. Pero aquella no era la única presión que tenía.

Un Martínez en salud no significa que volverá a ser el mismo del 2014, cuando terminó de segundo en las votaciones por el Jugador Más Valioso de la Liga Americana y estuvo cerca del título de bateo, pero encabezó el Joven Circuito con un OPS de .974 y un porcentaje de embasarse de .409. Fue un out difícil de conseguir a una edad (35 años) cuando la mayoría de los jugadores tratan de mantenerse a un alto nivel.

Martínez tuvo los mejores números de su carrera en promedio (.335) y jonrones (35), e igualó su mejor marca en dobletes con 40. También tuvo una proporción de 70 boletos negociados por 42 ponches.

Aunque sus estadísticas demostraron que tuvo su mejor campaña después de los 30 años de edad, el cañonero no lo cree.

"Mucha gente se sorprendió por la temporada que tuve. Pienso que el único número que me asombró fue la cantidad de jonrones", señaló Martínez. "Pero aparte de eso, he llegado a los .300 antes. En mi carrera ya he impulsado 100 carreras. No sé qué más decir. Y creo que si estoy en salud, alcanzaré esos números. Mi cuerpo se siente bien. Y de ahí arrancaremos".

Sus total de cuadrangulares refleja el poder, que viene de sus piernas. Si hay un aspecto que estaría afectada por una operación sería su poder.

Sin embargo, el poder no preocupa al bateador designado. Se enfoca más en la producción de carreras.

"He pegado 30 vuelacercas y no he llegado a las 100 remolcadas", indicó. "Recuerdo que cuando llegué, tuve la menor cantidad de jonrones y de todas maneras impulsé 100 carreras. Por eso, es bueno pero prefiero remolcar más carreras. Si me dices que voy a pegar ocho jonrones, pero impulsaré 100, estaría satisfecho con eso".

También los Tigres.

"Cada pelotero debe tener sus piernas en salud", continuó Martínez. "Pero, reitero, no me preocupa el poder. Solamente me preocupo por conectar hits cuando cuenta. Veremos qué sucede".

Padres adquieren a Kimbrel y Upton desde Bravos

SAN DIEGO - En la víspera de su juego inaugural, los Padres de San Diego concretaron otro canje de impacto al obtener al estelar cerrador Craig Kimbrel y al jardinero Melvin Upton de los Bravos de Atlanta por los jardineros Carlos Quentín y Cameron Maybin, además de un par de jugadores ligas menores y una selección del draft.

La transacción, anunciada el domingo, reúne a Upton con su hermano menor, Justin, quien fue adquirido por los Padres en uno de los varios canjes con los que el gerente general A.J. Preller remozó la nómina del equipo en diciembre.

Justin Upton es el jardinero izquierdo titular de San Diego. Melvin Upton empieza la temporada en la lista de incapacitados por una lesión en el pie izquierdo. Los hermanos Upton estuvieron juntos durante las últimas dos campañas en Atlanta.

Kimbrel viene de liderar la Liga Nacional en rescates por segundo año seguido. Se apuntó 47 en 2014, después de anotarse 50 en 2013.

Desde su primera temporada completa en 2011, Kimbrel lidera las mayores con 185 rescates. Ha sido seleccionado para las últimas cuatro ediciones del Juego de Estrellas.

Los Padres tenían un superávit de jardineros, luego que Preller incorporó aMatt Kemp, Justin Upton y Wil Myers dentro de su tanda de canjes en diciembre.

Quentín, con un salario de 8 millones este año, ha padecido con lesiones en la rodilla. No ha podido actuar en más de 86 juegos en ninguna de sus tres campañas en San Diego, su ciudad natal.

Maybin, quien debe cobrar 7 millones este año, también ha sufrido con lesiones. Además, el año pasado, purgó una suspensión de 25 años por consumo de anfetaminas.