Bryce Harper tomó sus prácticas de bateo en interiores la pasada temporada, y la explicación para ello hacía mucho sentido. Habían cosas que él quería lograr en cada sesión, cosas que él sentía que necesitaba cumplir, y cuando llevaba a cabo esas prácticas fuera del terreno, todas las distracciones quedaban bloqueadas.
Encerrado en la jaula debajo de las gradas, no hay fanáticos gritándote - a favor o en contra. La reacción que se genera cada vez que lanzas una pelota hacia las gradas queda eliminada, lo que elimina la posibilidad de sentirte tentado a jugar para ellos. No hay reporteros que puedan interceptarte en esa área, ya que está restringido el acceso. Estás solo tú, tu coach de bateo y la tarea en tus manos; estás solo tú y tu trabajo.
Y quizás es menos divertido. Antes que los Nacionales de Washington terminaran su serie de fin de semana ante los Mets de Nueva York el domingo, Harper se encontraba entre sus compañeros tomando sus prácticas de bateo al aire libre, en el terreno. Eso es algo que ha estado haciendo este año.
"Quizás es porque se siente mejor", dijo un compañero especulando sobre el asunto con una mueca en su rostro.
Harper debe sentirse mejor - debe sentirse grandioso - porque los números sugieren que la versión del toletero en el 2017 es posible que sea el mejor Bryce Harper que hayamos visto - incluso quizás mejor que lo que vimos de él en el 2015, cuando ganó el JMV de la Liga Nacional.
El promedio de bateo de Harper está en .432, su porcentaje de embasamiento es de .548. Tiene 26 anotadas, 22 remolcadas y siete cuadrangulares en los primeros 21 juegos de Washington.
Pero si miramos más profundo dentro de sus estadísticas, los números nos sorprenden aún más.
Su tasa de abanicadas a lanzamientos fuera de la zona de strike es de 23.9 por ciento, de acuerdo con FanGraphs, la más baja y la mejor de su carrera.
La tasa de abanicadas y falladas está en 8.0 por ciento, la más baja y la mejor de su carrera.
Su tasa de contacto en pitcheos en la zona de strikes está en 92.1 por ciento, la más alta y la mejor de su carrera.
Adam Eaton es nuevo en el roster de los Nacionales este año, y como explicó en esta entrevista el domingo, Harper está tan bien preparado y ahora armado con suficiente experiencia que Eaton cree que el toletero sabe lo que el lanzador va a tirarle en su siguiente pitcheo - y cuando la pelota está en la zona de strike, Harper no está fallando el pitcheo.
Los números reflejan esto. Las tasas de contacto de Harper reflejan esto. Sus tasas de extrabases y de boletos a ponches temprano en esta temporada son sorprendentes para un bateador de poder.
El año pasado, Joey Votto se ubicó entre los mejores jugadores ofensivos en el béisbol, y logró 65 extrabases, 108 boletos y 120 ponches. David Ortiz, terminó su carrera con posiblemente su mejor temporada, logró 87 extrabases, 80 boletos y 86 ponches. Freddie Freeman lideró la Liga Nacional con 83 extrabases, 89 boletos y 171 ponches.
Hasta ahora en esta temporada, Harper tiene 15 extrabases, 19 boletos y 14 ponches. Para poner esto en perspectiva: Harper batea a un ritmo que lo podría llevar a terminar con 116 extrabases, 147 ponches y 108 ponches.
Las observaciones de Eaton son similares a lo que otros jugadores decían sobre Barry Bonds: A través de su lenguaje corporal, se podía saber cuál pitcheo Bonds había anticipado, y él veía la pelota tan bien que incluso antes que llegara a la zona del plato, su cuerpo se relajaba.
Por supuesto, Harper caerá en una mala racha, algo que le pasa a todos los bateadores, y su ritmo de producción será más lento. La temporada pasada, Harper tenía 15 extrabases, 17 boletos y 13 ponches en abril, antes que su producción comenzara a descender y terminara la temporada con 46 extrabases, 108 boletos y 117 ponches.
Pero algunos compañeros sienten que Harper ha logrado recopilar algunas lecciones de sus problemas en el 2016 que logrará aplicar, como hacen todos los grandes bateadores. La perspectiva puede ser muy útil.
Hace algunos años, el ex jardinero de los Filis Shane Victorino contó la historia de las prácticas de bateo en interiores en la temporada baja con un Harper mucho más joven. Era el mes de enero, varias semanas antes del primer pitcheo de la temporada, y Harper estaba totalmente enfocado en su trabajo, según recuerda Victorino, algo que es un elogio para Victorino, quien se distingue por hablar sumamente rápido, a un ritmo de 3,000 palabras por minuto.
Según Victorino observaba en las afueras de la jaula, Harper hacía swings viciosos en cada lanzamiento, llevando la pelota con fuerza hacia las redes protectoras. Basado en la trayectoria de cada línea bateada, Harper gritaba lo que se proyectaba que sería cada batazo: ¡Doble! ¡Sencillo! ¡Jonrón!
Eso fue en prácticas de bateo. En interiores. En enero.
Cuando finalizó la sesión, Victorino le dijo a Harper que debía tomas las cosas con un poco de más calma. La temporada de béisbol es larga, y el trabajo de las prácticas de bateo puede parecer interminable, especialmente si haces que sea de esa forma. Puede ser algo sin alegría, especialmente si eres un perfeccionista y el único resultado aceptable es la grandeza, y la rutina puede terminar tragándote por completo.
En 2017, Harper ha vuelto a salir al exterior, sintiéndose mejor, y bateando más que nunca.