LAKELAND, Florida - Dixon Machado está inquieto.
"Simplemente tengo ganas de jugar", dijo el prospecto venezolano de los Tigres. "Quiero que ya empiecen los partidos".
Bajo situaciones normales, Machado hubiese llegado a los entrenamientos primaverales en forma luego de ver acción en la pelota invernal de Venezuela. Pero el torpedero no participó en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional este invierno, debido a que el país se ha vuelto peligroso y le preocupa la seguridad de su familia. Hasta los jugadores que no son superestrellas están expuestos.
Hace dos años, la familia de Machado fue víctima de dos robos diferentes mientras el infielder jugaba por los Leones del Caracas. En invierno pasado, el oriundo de San Cristóbal vio largas filas para comprar alimentos. No es preciso ser superestrella para correr peligro en Venezuela.
"Uno quisiera regresar [a Venezuela] cuando se termina la temporada [de Grandes Ligas]", dijo Machado, quien acaba de cumplir 25 años de edad. "Pero no se puede".
En lugar de ello, este invierno Machado permaneció en Lakeland en la Florida, sede de pretemporada de los Tigres, donde compró una casa para su esposa y su hijo y se dedicó a entrenar. Machado subió de peso y se fortaleció físicamente, minimizando así lo que quizás sea su punto más débil como jugador. Pero también se aburrió, ya que no está acostumbrado a pasar todo un invierno sin jugar béisbol.
"Últimamente, cuando me aburría, me ponía a ver videos de béisbol y cosas así, porque tenía ganas de jugar", dijo Machado. "Nunca había jugado béisbol en juegos de video, pero hace un mes estuve jugando con un primo. Por lo normal no lo hago. No me gustan [los juegos de video]. Vi a mi primo y me puse a jugar.
"Simplemente quiero jugar (de verdad), porque llevo tiempo sin hacerlo. Estoy entusiasmado".
En estos momentos, Machado no tiene un lugar fijo, ni fuera ni dentro del terreno de juego. Aunque entrena en los Estados Unidos, se está preparando para un rol que al parecer no existe en el roster de Detroit.
Si, como se esperaba, los Tigres hubiesen hecho movimientos en el invierno con el fin de quedarse con un roster más joven, Machado probablemente tuviese cupo en el equipo grande. El gerente general de Detroit, Al Ávila, incluso dijo durante las Reuniones Invernales que Machado estaba en posición de adueñarse de un rol titular si el club se desprendía de Ian Kinsler o del cubano José Iglesias.
Pero ahora mismo, Machado no tiene lugar en el roster de los Tigres y tampoco le quedan opciones de liga menor, luego de que el infielder pasara la mayor parte de las últimas dos temporadas en Triple-A Toledo.
"Creo que está listo para probar el siguiente nivel del béisbol", señaló Kinsler con respecto a Machado.
Dada su proeza con el guante, los Tigres no creen que Machado pasaría por waivers sin ser reclamado. Si lograsen retenerlo por un año más, es posible que pudieran encontrarle un puesto, ya que Kinsler podría convertirse en agente libre cuando termine la campaña. Pero es difícil coordinar las cosas de esa manera.
"Siempre es interesante cuando ves a los muchachos que están atascado en ese tipo de situación", dijo Kinsler acerca de Machado "Debe de recibir una oportunidad pronto. Creo que una oportunidad sería el siguiente paso para él".
Si a Machado no se le presenta una oportunidad en Detroit, es posible que la halle en otro equipo. Pero el torpedero preferiría seguir con los Tigres, el único club al que ha pertenecido desde que firmó como agente libre en el 2008 a sus 16 años de edad.
"No tengo control sobre eso", dijo Machado. "Ellos saben lo que tienen que hacer. Yo simplemente tengo que encontrar la manera de hacer el equipo y ya. Es así de sencillo".