LAKELAND, Florida -- Cuando Miguel Cabrera represente a Venezuela en el Clásico Mundial de Béisbol el mes próximo, tratará de darle una muy necesaria alegría a su país natal.
"Nuestro país está mal en este momento. En Venezuela hay muchos problemas", indicó Cabrera sobre la intensa polarización. "Creo que el deporte puede ayudar a cualquier país".
Cabrera está de vuelta en el campamento de primavera para prepararse para su 10ma temporada con los Tigres de Detroit. La que comenzó como una sesión de rutina con los reporteros el sábado, tras el primer entrenamiento del equipo con plantel completo, en poco tiempo se convirtió en una discusión más profunda. Cabrera no suele revelar mucho cuando habla con los medios, pero tiene mucho en mente al afrontar la temporada de 2017.
Venezuela vive tiempos difíciles económica y políticamente, y el pelotero se dice preocupado por sus familiares que viven allá.
"Es difícil cuando uno sale de su país y resulta difícil regresar y permanecer allá", afirmó. "Cuando regresé a Venezuela, estuve allá por una semana. Yo solía vivir ahí. Ahora vivo en Estados Unidos. Es duro dejar el país natal".
Cabrera ha pasado la mayor parte de su carrera con los Tigres, y al igual que el resto de la organización, le entristeció la muerte del dueño Mike Ilitch a principios de este mes. El fuerte gasto hecho por Ilitch ayudó a convertir a los Tigres en un contendiente habitual en la Liga Americana.
"Fue devastadora la noticia", aseveró Cabrera. "Llegamos a este campamento de primavera un poco tristes ante la noticia, pero al mismo tiempo llegamos con la idea de que necesitamos seguir adelante y necesitamos hacerlo por él, porque siempre soñó con un campeonato de Serie Mundial".
Antes de la temporada 2014, Cabrera firmó un contrato por 292 millones de dólares y 10 años con Detroit --un compromiso asombroso de parte de los Tigres, pero uno que significó que Ilitch no tendría que preocuparse con que el toletero de convirtiera en agente libre en poco tiempo.
"Cada vez que lo veía, le agradecía por haberme dado esta oportunidad de estar en Detroit", señaló el venezolano de 33 años.
La franquicia cuestionó ese acuerdo en 2015, cuando las lesiones limitaron la participación de Cabrera a 119 juegos, pero sumó 158 el año pasado y produjo tal como los Tigres deseaban que lo hiciera, bateando para .316 con 38 jonrones y 108 carreras remolcadas. En nueve temporadas con los Tigres, Cabrera ha jugado al menos 148 partidos en ocho campañas --y al menos 158 en seis ocasiones.
"Uno puede decir cualquier cosa de Miguel Cabrera. Uno puede decir que es el mejor bateador derecho de los últimos 50 años, tal vez de todos los tiempos. Uno puede decir que ya no corre rápido", subrayó el manager Brad Ausmus. "Pero lo que pongo por encima de todo es el hecho de que este tipo juega todos los días, y que aquí es un líder".
Ausmus, que llega a su cuarta temporada como manager de Detroit, dijo que existen elementos sobre la personalidad de Cabrera que no conocía.
"Sabía que él jugaba todos los días. Esa parte no me sorprende", aseguró Ausmus. "No sabía que disfrutaba tanto jugar. Creo que no lo observé detenidamente lo suficiente, o estaba jugando en su contra, y no le presté atención. ... Lo he dicho desde hace tiempo, adora este juego como un niño".
Cabrera está consciente de la situación en que se encuentran los Tigres. Tras llevarse el banderín de la División Central de la Liga Americana temporada tras temporada de 2011 a 2014, Detroit ha quedado fuera de playoffs en los últimos dos años. Se ha hablado mucho sobre la posibilidad de que el equipo recorte la nómina, y si bien no hubo cambios relevantes en el periodo entre temporadas, los Tigres podrían lucir muy distintos después de 2017.
El cerrador venezolano Francisco Rodríguez, el jardinero J.D. Martinez y el derecho Mike Pelfrey pueden declararse agentes libres tras esta campaña, y Detroit cuenta con opciones para retener al segunda base Ian Kinsler y al derecho venezolano Aníbal Sánchez.
"Son varios los que serán agentes libres la próxima temporada", señaló Cabrera. "Creo que han decidido darnos una última oportunidad".
Aunque Cabrera podrá estar en Detroit por mucho más tiempo, los Tigres precisan consagrarse ahora con este núcleo de jugadores.
"Tenemos la oportunidad de un año más juntos. Somos conscientes de la situación", indicó Cabrera. "Sabemos que llevamos dos años sin clasificar a los playoffs, pero si mantenemos este equipo, estamos saludables, creo que contamos con la posibilidad de dar pelea".