Tal vez sin querer queriendo, la última invención de Joe Maddon para mantener relajados a los Cachorros de Chicago ofreció una imagen simbólica del pasado, presente y futuro de la sufrida franquicia. Dos cachorros de oso fueron llevados al campamento de entrenamientos de primavera del equipo en Arizona. Todo el mundo se pudo sacar fotos con los animales, incluyendo al presidente de operaciones Theo Epstein.
Los ositos van a tomar unos cuantos años para crecer. El equipo de béisbol que Epstein ha armado ya alcanzó la madurez y es el que arranca la campaña como el gran favorito para ganar el campeonato.
"Este es un momento especial", afirmó Epstein.
Chicago ganó 97 juegos el año pasado y alcanzó la serie de campeonato de la Liga Nacional en la primera campaña con Maddon como manager. Pusieron fin a una racha de cinco temporadas consecutivas con saldo negativo en victorias y derrotas, cada una en el último puesto de la división Central.
La respuesta tras ser barridos en cuatro juegos por los Mets de Nueva York fue con un despiadado receso de invierno en el que hicieron y deshicieron.
Le arrebataron dos piezas claves a los Cardenales de San Luis, sus rivales de división, al obtener al jardinero derecho Jason Heyward y al pitcher abridor John Lackey. Cuando los Mets de Nueva York creían tener cerrada la adquisición de Ben Zobrist, los Cachorros aparecieron de la nada y se llevaron al segunda base que venía de salir campeón de la Serie Mundial con Kansas City. Algo similar pasó al iniciar la primavera, cuando el jardinero central Dexter Fowler prefirió seguir en Chicago en vez de firmar con Baltimore. También añadieron al relevista Adam Warren al desprenderse del infielder Starlin Castro mediante un canje con los Yankees.
Lackey se suma a un rotación que ya incluía a Jon Lester y Jake Arrieta, este último el ganador del premio Cy Young.
Al explicar su decisión de firmar con Chicago por 184 millones de dólares y 8 años, Heyward destacó la juventud del roster reflejada especialmente en el primera base Anthony Rizzo, el antesalista Kris Bryant, el jardinero Kyle Schwarber y el torpedero Addison Russell.
Los tres últimos ni siquiera formaron parte de la nómina cuando inició la pasada campaña, con Bryant erigiéndose como Novato del Año y Schwarber estableciendo el récord de jonrones de la franquicia en la postemporada al conectar cinco en nueve partidos.
Ahora mismo, sin embargo, este es un equipo armado para alcanzar su primera Serie Mundial desde 1945 y ganarla por primera vez desde 1908.
El ser un equipo con tan inmensas expectativas podría ser abrumador.
Pero cuentan con Maddon, un experto en desactivar cualquier atisbo de presión y quien concibió la consigna ideal: "Disfruten estar en la mira".
"Soy un gran creyente de que no te puedes espantar por el reto", declaró Maddon. "Quiero que todos estamos a gusto con el concepto".
¿Cuál fue la respuesta de los jugadores? Concibieron unas camisetas con el bosquejo del tiro al blanco. Y tienen otra con el lema "Traten de no embarrarla".
ARRIETA
Descarte de los Orioles, Chicago se sacó la lotería con el derecho que lideró las mayores con su foja de 22-6 y efectividad de 1.77. Le quitó el Cy Young a Clayton Kershaw y Zack Greinke con su alucinante desempeño en sus últimas 12 aperturas, con marca de 11-0 y efectividad de 0.41.
Su total de innings fue de 229, muy por encima del máximo previo de 156 y dos tercios en 2014. Luego de blanquear a Pittsburgh en el juego de wildcards, dio señales de fragilidad en las posteriores series contra San Luis y Nueva York.
Esperar que repita el extraordinario rendimiento del año pasado quizás sea ilusorio. Jason Hammel y Kyle Hendricks redondean la rotación. No descarten que tengan que buscar un refuerzo más adelante, aprovechando su cúmulo de prospectos. Y el nombre que empieza a sonar es el de Sonny Gray, de los Atléticos.
EL SEGUNDO AÑO
Los debuts de Bryant (26 jonrones y 99 impulsadas), Schwarber (16 jonrones) y Russell (13 jonrones) no pudieron ser más satisfactorios y solo se espera que sigan en alza.
Tampoco se pueden olvidar del jardinero Jorge Soler y el infielder Javier Báez, otro par de promesas que ahora mismo tienen dificultad de encontrar un hueco en la alineación.
MOVIENDO FICHAS
El regreso de Fowler le permitió a Maddon dejar a Heyward en su puesto habitual en el derecho. Seguramente pondrá a Heyward en el central de vez en cuando para insertar a Soler, quien también podría alternarse con Schwarber en el izquierdo.
Otra incógnita es definir una posición fija para Schwarber: ¿jardinero o receptor? Miguel Montero está fijo detrás del plato y el prospecto dominicano Willson Contreras empieza a tocar la puerta.
CONCLUSIÓN:
Lo más increíble del año pasado fue que los Cachorros tuvieron la tercera mejor marca de las mayores y solo les sirvió para el tercer lugar de su división. La lucha contra los Cardenales y Piratas no va aflojar, pero el balance y versatilidad de Chicago debe catapultarles por encima de ellos. Ya se verá en la postemporada.