PHOENIX - Cuando se toca el tema de los Reales de Kansas City en el mundo beisbolero, por lo general no se empieza por señalar lo que está a la vista.
Es cierto que muchas personas han quedado impresionadas con el temible bullpen que armó el gerente general Dayton Moore. Alguien incluso dice que el dominio de los Monarcas en dicha área ha influenciado la manera en que otros ejecutivos construyen sus propios equipos.
Tampoco se comienza con una conversación acerca de la defensa.
Los Reales son el estándar de oro en cuanto a la defensa se refiere. Verlos desplazarse, con agresividad y alegría, es un recordatorio de lo importante que es dicho aspecto del juego.
Por último, las figuras del béisbol no se enfocan en la manera en que los Reales anotaron sus carreras, aunque también lo hicieron con cierto estilo. Los bateadores de Kansas City no negociaron muchos boletos ni se poncharon ni dieron jonrones en exceso, sino que ganaron haciendo contacto, conectando la bola a los canales y corriendo las bases con agresividad.
Solamente un equipo de la Liga Americana - los Astros - se robó más bases en el 2015 que los Reales, pero el capataz de Kansas City, Ned Yost, no mandó ni una estafada en el transcurso de la temporada.
"Nuestros muchachos simplemente tienen instinto para eso", dijo Yost.
Asimismo, Yost recuerda haber ordenado solamente cinco de los 34 toques de bola de sacrificio que hicieron los Reales en el 2015. Por lo general, los jugadores hicieron las cosas por su cuenta, poniéndose en posición de anotar, y confiaron en que alguien más los impulsaría.
"Instruimos a estos muchachos y los desarrollamos para que entendieran cuál es la forma correcta de jugar el béisbol", dijo Yost. "Fuimos pacientes con ellos. Pero en determinado momento, tienes que quitarte del medio y dejarlos jugar".
Yost rebosa de orgullo cuando habla de este tema. Para él, es el motivo fundamental por el que Kansas City ha ganado dos banderines consecutivos en la Liga Americana y fue campeón en el 2015.
"Fuimos pacientes", dijo Yost. "Les dimos a nuestros muchachos la oportunidad de evolucionar, aprender y sentirse cómodos. De no ser así, es imposible que hubiésemos podido hacer lo que hicimos".
En las primeras seis temporadas de Moore como gerente general (2007-2012), Kansas City perdió 553 juegos. Solamente los Piratas sufrieron más derrotas en ese tramo. En las últimas tres temporadas, los Reales han ganado 270 compromisos de temporada regular - más que cualquier otro equipo de la Americana. Desde el 22 de julio del 2014, tienen foja de 158-99, incluyendo la postemporada.
Moore habla de manera franca sobre este tema: Tenía un plan y confiaba en ese plan. Más importante aun, contaba con el respaldo de un propietario, David Glass, quien también le tenía fe a dicho plan. Y Glass y su hijo - el presidente del equipo, Dan Glass - se mantuvieron fieles a ese plan aun cuando era lo último que la fanaticada del club quería que hicieran.
Para conseguir su puesto, Moore presentó un plan basado en su experiencia en la organización de los Bravos. El ejecutivo creía que los Reales hallarían el éxito solamente si desarrollaban sus propios jugadores y los enseñaban a jugar de cierta manera.
La defensa, el énfasis en poner la bola en juego y el pitcheo formaron la base de dicho plan, pero se sabía que no obtendrían resultados de la noche a la mañana. A los prospectos jóvenes hay que darles libertad para triunfar, fracasar y volver a triunfar.
"No sabía si íbamos a poder seguir con esto hasta el final", dijo Moore. "Solamente tienes cierto tiempo. Nos enfocamos en crear un gran ambiente - un lugar donde a la gente le encantaría trabajar, los escuchas, coaches, managers y jugadores.
"Queríamos un ambiente del cual la gente quisiera ser parte. Íbamos a ver qué pasaba. Eso es algo que hasta cierto punto puedes controlar como gerencia. No puedes controlar lo que va a suceder en el terreno de juego. No tienes control sobre la salud. Pero puedes tener un impacto en cuanto al ambiente se refiere".
Quizás no haya mejor ejemplo de dicha paciencia que el caso del antesalista Mike Moustakas, quien fue seleccionado por Kansas City en la primera ronda del draft amateur del 2007.
Moustakas se convirtió en uno de los rostros de una franquicia que se esperaba ganara una Serie Mundial, pero tuvo algunos tropezones en el camino. Aunque debutó con éxito en el 2011, las siguientes tres temporadas fueron difíciles para el infielder, quien bateó .230 en 1,492 turnos al bate en ese tramo.
Moore le tuvo paciencia a Moustakas porque creía en él. Veía a un muchacho inteligente, talentoso e incansable en con respecto a su ética de trabajo. Cuando Moustakas despertó con el madero en el 2015 al batear .284, Moore lo tomó como una validación de su filosofía.
Entonces, más allá del bullpen, las bases robadas y la defensa, el mundo del béisbol se ha asombrado de ver que los Reales nunca dudaron que estaban haciendo lo correcto.
"Ha sido muy impresionante ver la disciplina que han demostrado en el tiempo que llevan juntos", dijo el gerente general de los Cerveceros, David Stearns, acerca de los Reales. "Creo que toda la industria se ha dado de cuenta. Han hecho que todo el mundo evalúe de nuevo cómo hacen las cosas".
Todo lo que han hecho los Reales era parte del plan.
"Para nosotros es difícil adquirir poder, porque no tenemos los recursos", dijo Moore. "Cuando se trata de los jugadores jóvenes, el poder llega más adelante. Van a ver a algunos de nuestros jugadores sacar la bola del parque con más frecuencia.".
¿Y lo demás?
"En nuestro [espacioso] estadio, necesitamos buena defensa", dijo Moore. "Necesitamos hacer contacto y tener velocidad. Así decidimos hacer las cosas. Siempre le dimos prioridad a la defensa. Era imposible jugar bajo [el ex manager de los Bravos] Bobby Cox sin aportar defensa. No se puede jugar para Ned Yost si no juegas buena defensa.
"La velocidad es parte de eso. La concentración también. La inteligencia beisbolera es parte de eso. Si tienes la concentración, enfoque y mente para el béisbol, mejorarás como bateador".
Ahora, pasemos al tema del bullpen. Todos los equipos prestaron atención. Cada equipo se vio afectado. En todas partes, los clubes se dedicaron a adquirir a varios relevistas capaces de dominar en las últimas entradas.
"¿Recuerdan cuando la meta era lograr que el abridor saliera del juego?" preguntó el manager de los Gigantes, Bruce Bochy. "Ahora, con muchos de esos muchachos, sigue siendo igual de difícil".
Como dijo el gerente general de los Marineros, Jerry Dipoto, "Hubo una época en la que el bullpen consistía de un especialista zurdo, un preparador de mesa y un cerrador y ya. Ahora tienes que tener siete [brazos] y otros cuatro o cinco [en Triple-A] a quienes puedas acudir cuando alguien se lesiona".
Los Reales no inventaron el concepto de un bullpen profundo. San Francisco ganó tres Series Mundiales con el mismo núcleo de relevistas y un manager, Bochy, quien sobrepasaba a casi todo el mundo a la hora de manejar un bullpen.
Lo que hizo Kansas City fue acumular brazos de poder. En el 2015, los Reales tuvieron foja de 73-6 en juegos en los que estuvieron arriba en el marcador después de seis innings y de 72-3 cuando tuvieron la ventaja después de siete episodios.
"Si tienes muchachos con quienes puedes contar para el séptimo, octavo y noveno inning, puedes mantener despejados a tus abridores", dijo el piloto de los Atléticos, Bob Melvin.
Melvin es como muchas personas en el juego que reconocen el valor de brazos de poder al final de los partidos. Y al igual que otra gente, admira a los Reales por su resistencia, su plan y su tenacidad.