Ozzie Guillén: "Quiero ayudar a Tiburones a ganar el campeonato"

El nuevo manager de La Guaira dio a conocer las razones por las que aceptó el cargo para la temporada 2016-2017 tras años de rumores que lo vinculaban con el equipo en el que se dio a conocer.

"Ozzie" cumplirá su sueño de dirigir a La Guaira

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Oswaldo Guillén siempre ha estado ligado a los Tiburones de La Guaira y finalmente llegó "el momento indicado" para dirigir al equipo de su vida.

El excampocorto fue anunciado el miércoles como manager de los litoralenses para la temporada 2016-2017 de la LVBP y ya está concentrado en dedicar todos sus esfuerzos a llevar a La Guaira al campeonato, algo que no consiguen desde hace 30 años.

"Es el momento perfeto para hacerlo", dijo en una entrevista con la cadena CBS Chicago, donde tiene su residencia el venezolano. "Tenían 10 años diciéndome. Es el equipo con el que crecí y es el momento oportuno".

Guillén descartó que venir con Tiburones sea un trampolín para regresar a las Grandes Ligas, aunque no ocultó su deseo de regresar. "Claro que quiero volver a ser manager en las Grandes Ligas, pero no estoy haciendo esto por eso", sentenció. "Estoy concentrado en hacer lo mejor que pueda por Tiburones, necesitan ganar, están urgidos de ganar, la última vez que lo hicieron yo todavía era jugador. Simplemente quiero ir a allá abajo (Venezuela) y ayudar a esos muchachos a ganar el campeonato".

Poder pasar tiempo con su familia en Venezuela fue otra de las razones que impulsó a Guillén a tomar el puesto en lugar de aceptar otras ofertas. "Tenía opción de dirigir en México en el verano pero estoy contento con el trabajo que tengo en esa época", explicó. "En el invierno, siempre estoy en Venezuela así que era el momento indicado".

¿Es tiempo de que despierten los bates de Grandes Ligas?

Por Mike Bauman / MLB.com 

Si analizamos bien, nos daremos cuenta que la temporada del 2015 reflejó un repunte en la ofensiva. Pero eso no quiere decir que la era del dominio del pitcheo haya terminado.

Las medidas estándar ofrecen una evidencia clara: el 2015 fue un mejor año para los bateadores que el 2014. Las carreras por juego aumentaron de 4.07 a 4.25. El promedio de efectividad combinado se incrementó de 3.74 a 3.96. Los cuadrangulares mostraron un alza de 0.86 por partido a 1.01.

Los bateadores registraron algunas ganancias marginales en 2015. Estos números parecen ser al menos superficialmente alentadores para una ofensiva en aumento. Viendo hacia el futuro, ¿podría ser este el inicio de una tendencia positiva para los bateadores de Grandes Ligas?

Año	Carreras por juego	EFE	HR por juego	Ponches por juego
2015	4.25	3.96	1.01	7.71
2014	4.07	3.74	0.86	7.70
2013	4.17	3.87	0.96	7.55
2012	4.32	4.01	1.02	7.50
2011	4.28	3.94	0.94	7.10
2010	4.38	4.08	0.95	7.06
2009	4.61	4.32	1.04	6.91
2008	4.65	4.32	1.00	6.77
2007	4.80	4.47	1.02	6.62
2006	4.86	4.53	1.11	6.52
2005	4.59	4.29	1.03	6.30
2004	4.81	4.46	1.12	6.55
2003	4.73	4.40	1.07	6.34
2002	4.62	4.28	1.04	6.47
2001	4.78	4.42	1.12	6.67
2000	5.14	4.77	1.17	6.45
1999	5.08	4.71	1.14	6.41
1998	4.79	4.43	1.04	6.56
1997	4.77	4.39	1.02	6.61
1996	5.04	4.61	1.09	6.46
Estadísticas según Baseball Reference

Lo más seguro es que fue una medida simplemente relativa, el resultado del hecho de que el 2014 fue una campaña incluso mejor para los pitchers. El problema de relacionar mucho las pequeñas ganancias en 2015 es que el 2014 fue una temporada históricamente difícil para la ofensiva.

El promedio de 4.07 carreras por juego para un equipo en lo individual fue el más bajo en una temporada completa en 38 años, desde el 3.99 en 1976.

El 3.74 de EFE fue el promedio más bajo en una campaña completa desde el 3.71 en 1989. Los 0.86 jonrones por encuentro fueron la cifra más baja desde el 0.72 en 1992.

Los promedios por los últimos 20 años muestran un desplazamiento de la ofensiva por parte del pitcheo. Esos cambios reflejan la institución del riguroso programa de Major League Baseball que ha limitado severamente el uso de sustancias para mejorar el rendimiento físico. Pero esos cambios también reflejan un mayor énfasis sobre el desarrollo organizacional del pitcheo, en mayor cantidad como en cualidad.

Los números actuales, mientras que se han reducido considerablemente desde finales de los noventa y principios de la década pasada, no son nada comparados con el llamado Año del Pitcher en el béisbol moderno, 1968. En esa campaña, los equipos anotaron apenas 3.42 carreras por juego, y la efectividad general fue de 2.98. Los equipos apenas conectaron 0.61 cuadrangulares por encuentro.

Una medida clara del dominio del pitcheo, o un cambio en la filosofía del bateo, o ambos, puede encontrarse en los ponches por juego. En esa área, el 2015 no fue un mejor año para los bateadores. La marca de 7.71 ponches por partido apenas superó los 7.70 registrados en 2014. Pero también fue la marca más alta en la historia del béisbol. Y marcó la 10ma temporada seguida en la que los ponches por juego aumentaron.

Esto no es una casualidad. No sorprende que la ofensiva esté generalmente en declive cuando el enfoque de los dos strikes ha desaparecido en muchos casos. ¿Dónde quedó aquel enfoque del swing corto para tratar de hacer contacto al cual el piloto de los Cachorros Joe Maddon se refiere como el "B-hack"? Aparentemente, el estigma atado al ponche también ha disminuido. ¿Es el ponche igual a cualquier otro out? No con un corredor en tercera base y menos de dos outs.

Quizás la tortilla se haya volteado y se haya llegado al punto en el que la ofensiva esté lista para repuntar. Los números del 2015 podrían sugerir que esto está pasando. Pero tres o cuatro temporadas consecutivas de la misma tendencia serian un poco más convincentes.

D-backs llegan a los entrenamientos con una rotación remodelada

Por Steven Gilbert / MLB.com 

PHOENIX - Los D-backs dieron la mayor sorpresa del invierno al firmar a Zack Greinke a un contrato seis años y US$206.5 millones. Luego afirmaron su dedicación a dar la pelea en el 2016 al adquirir en un canje al diestro Shelby Miller.

Dichos lanzadores son apenas dos de las piezas que los D-backs agregaron durante el receso de temporada. A continuación, un vistazo a los nuevos rostros que dirán presente en los entrenamientos primaverales de Arizona:

LD Tyler Clippard: Clippard, a quien los D-backs firmaron poco más de una semana antes de los entrenamientos, se espera que ocupe un rol de preparador de mesa detrás de Brad Ziegler, pero tiene experiencia como cerrador.

Greinke: Se puede argumentar que el derecho era el brazo más cotizado en un mercado repleto de lanzadores agentes libres y los D-backs tomaron a todo el mundo beisbolero de sorpresa al superar la oferta de los Dodgers por sus servicios. Después de una temporada en la que registró efectividad de 1.66, de Greinke se esperará liderazgo veterano en lo que por lo general es un cuerpo monticular bastante joven.

C/OF/INF Chris Herrmann: Los D-backs adquirieron al veterano en un canje con los Mellizos a finales de noviembre. Su versatilidad - es capaz de jugar en las esquinas de los jardines y el cuadro interior - podría ayudarlo a colarse en el roster del equipo grande para el Día Inaugural.

Miller: Aún después de agregar a Greinke, los D-backs consideraron que necesitan otro brazo de calidad para la rotación y se desprendieron de piezas valiosas para adquirir a Miller desde Atlanta. El derecho lanzó mejor de lo que su foja en el 2015 indicó y Arizona cuenta con que "coma" muchos innings detrás de Greinke.

INF Jean Segura: El dominicano, quien pasó de los Cerveceros a los D-backs en enero, competirá con Nick Ahmed y Chris Owings por tiempo de juego en el campo corto y en la segunda base. Phil Gosselin y Brandon Drury también serán parte de la competencia por la intermedia. A los D-backs les agrada la velocidad de Segura y siente que logrará recuperarse después de dos campañas decepcionantes.

LD Tyler Wagner: El serpentinero de 25 años fue adquirido junto a Segura y los D-backs lo tomarán en cuenta para la parte trasera de la rotación. Wagner realizó su debut de Grandes Ligas en el 2015 e hizo tres presentaciones por Milwaukee.