El grupo de agentes libres disponibles no es especialmente grande, por lo que esta pudiese ser una buena temporada muerta para que los equipos busquen cambiar a algunos de sus veteranos.
Tratar de reducir la nómina y mantenerse competitivos al mismo tiempo es, generalmente, una tarea complicada. Se ha reportado de forma constante que eso es lo que está tratando de hacer el gerente general de los Tigres, Al Ávila, ahora que en Detroit se han dado cuenta que la nómina de US$ 200 millones del 2016 no es algo sostenible.
En el caso de los Tigres, es posible que varios nombres se incluyan en esas discusiones. La lista de jugadores que pondrá Detroit en el mercado podría incluir al venezolano Miguel Cabrera, Justin Verlander, Ian Kinsler y J.D. Martínez.
Se trata de peloteros de renombre con grandes contratos. La gracia de cambiarlos será recibir talento de vuelta. No solo prospectos de primer nivel, sino jugadores que puedan contribuir de una vez en las Grandes Ligas.
No es, sin lugar a dudas, una tarea sencilla. Pero para un equipo contendor en un busca de jugadores que marquen diferencias - y esos cuatro de los Tigres lo son- puede que lo que consiga en la agencia libre no sea suficiente. Y eso hace más cambiables a los jugadores de los Tigres, y más realista obtener un buen paquete a cambio.
El contrato de Cabrera alejará a algunos equipos con límites en su nómina. Todavía le deben US$ 220 millones por los próximos siete años, un contrato que terminará cuando haya pasado los 40 años.
Pero imagínense a Cabrera como el posible reemplazo del dominicano David Ortiz como bateador designado de los Medias Rojas. Aunque Cabrera no batea a la zurda, su habilidad ofensiva no ha mostrado signos graves de haber disminuido. En 2016 dejó un OPS de .956, apenas por debajo del .961 que tiene de por vida. Convertirlo en un designado a tiempo completo podría ayudar a mantenerlo saludable y extender su carrera.
Los Astros también han sido mencionados como un posible empleador del venezolano. Houston avanzó a la postemporada en el 2015 y se le sigue considerando un equipo joven y en alza. Los Astros necesitan otro bate para el centro de la alineación y tienen una granja repleta de talento. Y al seguir en la Liga Americana, el puesto de designado sigue siendo una opción.
Verlander vio renacer su carrera esta temporada, tanto que es uno de los finalistas del premio Cy Young. Todavía tiene tres años y US$ 84 millones pendientes en su contrato.
Verlander tendrá 34 años la campaña entrante, pero lo que hizo en el 2016 debería matizar cualquier miedo relacionado con su edad. Y dado el costo de adquirir abridores de cartel en la agencia libre, su contrato es completamente razonable en el mercado actual.
Kinsler es un jugador completo. Viene de ganar su primer Guante de Oro esta temporada, un premio que ha debido llevarse antes. Los Dodgers lucen como un destino lógico para Kinsler ahora que Chase Utley es agente libre y el segunda base Howie Kendrick fue cambiado a los Filis.
En el caso de Kinsler, el contrato no es un problema: ganará US$ 11 millones la temporada que viene y hay una opción del club por US$ 12 millones para el 2018.
Para los Dodgers, por su parte, sumar al derecho Kinsler sería de gran ayuda, pues sus mayores problemas en el 2016 fueron ante zurdos.
Finalmente está Martínez, otro bateador diestro con poder. Martínez, de 29 años, cobrará US$ 11.75 millones en el 2017 y después será elegible para la agencia libre.
Es de esperar que bateadores probados como Kinsler y Martínez despierten interés en varios equipos.
Los Tigres no están desesperados, ni quieren salir de todo el mundo. Después de todo, ganaron la División Central de la Liga Americana de forma corrida entre el 2011 y el 2014 antes de ser destronados por Kansas City y Cleveland.
Cortar la nómina y seguir compitiendo al más alto nivel nunca ha sido una tarea sencilla. Pero pareciese que los Tigres han encontrado un buen momento para balancear sus cuentas fiscalas con sus aspiraciones de competir.
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