Tuve la oportunidad de conversar con Miguel Cabrera en el mes de diciembre pasado en su visita al país, la charla fue en uno de los restaurantes del hotel Eurobuilding. Me tocó esperar que la súper estrella venezolana terminara de comer para que luego de forma muy gentil y amistosa me concediera unos minutos que ustedes pudieron ver por esos días en mi vídeo columna para caraotadigital.net. Luego de la entrevista nos quedamos un rato más conversando y le preguntaba a Miguel de qué forma el Béisbol le había cambiado la vida y no fue precisamente cuando debutó con apenas 16 años con los tigres de Aragua, su vida cambia desde que jugaba pelota en el parque detrás de la casa de su abuela, cuyo nombre ahora rinde homenaje a su tío David Torres.
Su madre Gregoria Torres jugó softball llegando a representar a nuestro país en la selección durante 15 años, sus tíos también jugaron pelota llegando a incluso a Doble A y Triple A. Su padre, Miguel Cabrera tenía un taller que era lo que les ayudaba en los gastos familiares mientras que mamá en medio de la escasez criaba a sus hijos de forma estricta.
“El Marciano” como muchos lo llaman siempre ha sido competitivo, esto debe ser hereditario porque como dice un refrán popular “de atrás le viene la tos al gato” y Miggy tenía a quien salir porque los contratos en MLB ya se habían convertido en habituales dentro de la familia materna del infielder criollo. Sus tíos: David Torres, José Torres y Pedro Torres ya tenían experiencia en Estados Unidos por lo que sus consejos siguen siendo de utilidad. Sus primos Fran Torres, Carlos Torres y Mike Torres tienen historia más reciente en el norte. Les prometo que en otra columna les contare en detalle la actuación de cada uno de ellos en el Big show.
La razón por la que hoy decido hablar de Miguel es porque recientemente leí en un periódico especializado en deportes que ya había conversaciones por parte de los Tigres de Aragua para que el de Maracay se uniformara una vez más y pudiéramos verlo de nuevo en el José Pérez Colmenares, esto con el fin de servir de preparación para el venidero Clásico Mundial de Béisbol.
La ciudad Jardín no disfruta del talento del tigre mayor desde la temporada 2007-08 donde con apenas 24 años disputó 7 compromisos. Recuerdo que en esa conversación el de los tigres de Detroit me confesaba que cuando llegara el momento del retiro no quería seguir involucrado con el diamante, “Yo no sé qué van a hacer conmigo, pero yo me regreso a Venezuela” confesaba entre risas. Falta mucho para que llegue ese momento y si Dios y la salud de Miguel lo permiten tendremos todavía mucho que ver de quién para los entendidos en la materia es el mejor pelotero Venezolano que ha pasado por el mejor béisbol del mundo.
Información estadística: purapelota.com
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