Jóvenes prospectos buscan convertirse en ídolos de la pelota
"La finalidad es tratar de instruirlos dentro y fuera del terreno de juego. Se les inculcan valores, educación, porque ellos tienen que ser jóvenes disciplinados. También se les prepara para desenvolverse en los medios", dijo José Betancourt, coordinador de la academia.
Betancourt, quien tiene experiencia en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional como coach de bullpen de los Leones del Caracas, manifestó que la labor que ha cumplido el equipo técnico, integrado por cinco personas, ha sido incansable para la formación de los futuros profesionales.
Ser un jonronero como Miguel Cabrera o Carlos González, destacar sobre el montículo como Félix Hernández y defender el gentilicio venezolano en las Grandes Ligas como ellos lo hacen son algunas de las ilusiones y metas que desean alcanzar la mayoría de los prospectos que asisten a academias de beisbol.
A fuerza de trabajo y sacrificios la Academia Urraca desea destacar entre las mejores de Venezuela. Es precisamente ese norte el que esgrime como principal motivación su presidente, Enrique Rivero y sus entrenadores, quienes sobre la base de la pedagogía, la disciplina, la experiencia y el trabajo en equipo inculcan a los jóvenes la pasión y los conocimientos necesarios para ser buenos jugadores y, ¿por qué no?, hacer realidad sus sueños de ser peloteros profesionales.
"Nosotros preparamos jóvenes para que sean profesionales dentro y fuera del terreno; que sepan desenvolverse en cualquier circunstancia con mucha madurez", aseguró Rivero sobre el trabajo que se lleva a cabo en la academia.
El instituto hace vida en el estadio Vidal López, ubicado en El Cafetal. Los espacios son óptimos para los peloteros, formados física e intelectualmente por entrenadores y educadores, que imparten sus clases por un sistema a distancia. Cada uno de los prospectos habita en una residencia ofrecida por la academia para que puedan concentrarse en su rendimiento.
"La academia no recibe ayuda económica de nadie. Nosotros mismos costeamos los gastos de cada uno de los muchachos que aquí practican", recalcó Rivero.
FRANCELES A. FERNÁNDES | EL UNIVERSAL
Tener una carrera universitaria ayuda a los jóvenes peloteros a ganar madurez y en eso están claros en la Academia Urraca. Quienes allí laboran tienen bien precisado el objetivo: impulsar el talento venezolano, inculcándole valores, educación y disciplina mediante la práctica del beisbol.
"La finalidad es tratar de instruirlos dentro y fuera del terreno de juego. Se les inculcan valores, educación, porque ellos tienen que ser jóvenes disciplinados. También se les prepara para desenvolverse en los medios", dijo José Betancourt, coordinador de la academia.
Betancourt, quien tiene experiencia en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional como coach de bullpen de los Leones del Caracas, manifestó que la labor que ha cumplido el equipo técnico, integrado por cinco personas, ha sido incansable para la formación de los futuros profesionales.
Ser un jonronero como Miguel Cabrera o Carlos González, destacar sobre el montículo como Félix Hernández y defender el gentilicio venezolano en las Grandes Ligas como ellos lo hacen son algunas de las ilusiones y metas que desean alcanzar la mayoría de los prospectos que asisten a academias de beisbol.
A fuerza de trabajo y sacrificios la Academia Urraca desea destacar entre las mejores de Venezuela. Es precisamente ese norte el que esgrime como principal motivación su presidente, Enrique Rivero y sus entrenadores, quienes sobre la base de la pedagogía, la disciplina, la experiencia y el trabajo en equipo inculcan a los jóvenes la pasión y los conocimientos necesarios para ser buenos jugadores y, ¿por qué no?, hacer realidad sus sueños de ser peloteros profesionales.
"Nosotros preparamos jóvenes para que sean profesionales dentro y fuera del terreno; que sepan desenvolverse en cualquier circunstancia con mucha madurez", aseguró Rivero sobre el trabajo que se lleva a cabo en la academia.
El instituto hace vida en el estadio Vidal López, ubicado en El Cafetal. Los espacios son óptimos para los peloteros, formados física e intelectualmente por entrenadores y educadores, que imparten sus clases por un sistema a distancia. Cada uno de los prospectos habita en una residencia ofrecida por la academia para que puedan concentrarse en su rendimiento.
"La academia no recibe ayuda económica de nadie. Nosotros mismos costeamos los gastos de cada uno de los muchachos que aquí practican", recalcó Rivero.
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