UN CLUB QUE NI ADMITE ¿QUÉ LE PASÓ A LOS MARLINS?

Por Andrés Pascual

El caso de los Marlins no es raro, pero debería, figúrese que en la historia han habido equipos que lo ganaron todo y al año entrante, por nadie sabe qué, o sabiéndolo, se desinflaron y todo lo perdieron, no voy a dar nombres, han sido varios, el caso es que este tipo de caída de un año a otro calificó para la pregunta ¿Qué le pasó a fulano…? menos con la guerrilla de Loria.

Novenas que no pudieron obtener un bateador que apoyara en el clutch al auténtico, o que no apareció el relevo para sostener ventajas angustiosas, o que les faltó un abridor, un catcher o un buen tercera base, siempre pudieron enmarcarse ejemplos dignos de la pregunta ¿Qué pasó? Porque hubo respuesta. Tal vez los bateadores confrontaron problemas con los zurdos, que no es común hoy, por eso todo el mundo les arreglaba el line-up, a ver si…

A los Marlins les escasea todo, tanto que ni fanáticos recalcitrantes, arrancabezas, tienen y eso es un problema grave.

Observe que la gente ni sugiere cambios aquí ni allá, no sientan a fulano por mengano, incluso nadie protestó cuando trajeron a un vendedor de mangos a dirigir la novena y ahí está, disfrutando el inesperado e inmerecido regalo de la dirección de un team de Grandes Ligas, para hacerle el cuento a los nietos de cuando conoció a Buster Posey, porque la Fortuna se esmeró con él, parece un problema esotérico, yo no dudo que Jennings sea creyente de corazón, tiene cara de bueno con el alma limpia y bondadosa. Después de todo, este individuo no es culpable de nada.

Cuando los Marlins estaban en el papel, sin que se diera la voz de Playbol, no tenían oportunidad de pronóstico provechoso, ni posibilidades de competir por un comodín, pero, como siempre pasa, ganaron un par de juegos y hubo quienes se atrevieron a solicitarle al periódico la credencial para la Serie Mundial, por lo general, es el cronista que ha visto poco, que sabe poco, pero que se ilusiona mucho, lo peor es que así lo escribe y así se frustra cuando la realidad se impone en el terreno.

Estoy por creer que existe una conjura contra este equipo, que ni si aparecieran 4 Stantons y 6 Majaderos podría ganar, porque, por lo que veo, lo primero que no tienen, además de interés en la bodega, es el cliente fiel, que nunca le dé lo mismo chícharos con gorgojos que colorados grandes y blanditos, en vez de este que, en buen criollo, LO TIRA TODO A GANDINGA.