Kershaw: "Hora de entrar en pánico"

 Mark Saxon

HOUSTON – Clayton Kershaw expresó lo que los aficionados de los Dodgers de Los Ángelestemían afirmar ahora que su equipo se vio perdido en su más reciente gira, siempre quedándose a un lanzamiento o a un imparable para ganar el juego, que hubiera arreglado las cosas.

Cansado de poner en riesgo el liderato de la División Oeste de la Liga Nacional ante los Gigantes de San Francisco, el mejor jugador de los Dodgers señaló que un cambio de actitud quizá no sea dañino. Los Dodgers perdieron su quinto juego al hilo el domingo, por 3-2 en 10 innings ante losAstros de Houston. Los Dodgers todavía no pierden un juego por tres o más carreras en esta gira, pero su ofensiva se ha secado prácticamente y el bullpen no ha dado señales de que pueda ser confiable.

“Espero que caigamos un poco en pánico”, afirmó Kershaw. “Creo que el pánico es algo bueno, hasta cierto punto. Estamos a finales de agosto. Necesitamos tener cierta urgencia. A lo mejor esa palabra queda mejor que pánico, pero siento que debemos comenzar a jugar de esa forma”.

Lo que asusta más es que los Dodgers siguieron en ese bache, pese a que usaron a su barrera impasable: Kershaw y Zack Greinke. Estos dos dominaron. Greinke permitió tres imparables el sábado. Kershaw toleró una carrera y ponchó a 10 en labor de ocho innings el domingo.

“Veo como oportunidades desperdiciadas cuando Clayton y Zack lanzan, pero no puedes cumplir con el trabajo”, señaló Don Mattingly, mánager de los Dodgers.

Los Dodgers encontraron una forma para perder ambos juegos. Y aquí están, intentando mantener la nave a flote con su liderato divisional, sin saber cuándo sus bateadores encontrarán nuevas formas de anotar, o cuándo sus relevistas descubrirán formas para sacar outs claves. Están metidos en su racha perdedora más extensa en los últimos dos años y tres meses.

La gira ha exhibido la incapacidad de los Dodgers para anotar carreras fuera de la caja del bateador. Los Atléticos de Oakland pusieron su habilidad para correr las bases como una herramienta para vencer a los Dodgers en los dos juegos que tuvieron, mientras que el atleticismo y la agresividad en las bases de los Astros fue un gran factor para barrer la serie de tres duelos. Carlos Correa se robó la intermedia para preparar la carrera del empate en la novena, la cual anotó cuando Marwin González pegó sencillo al prado derecho.

Los Dodgers siguen esperando a que lleguen los cuadrangulares. Pero estos no aparecen. Aunque sí añadieron una dosis de agresividad, enfoque y esfuerzo a su corrido de bases cuando adquirieron en canje a Chase Utley, quien anotó una de las pocas carreras de los Dodgers al conseguir por piernas un doblete, para luego avanzar a tercera con un wild pitch y anotar con elevado de sacrificio. A veces, parece que puede transcurrir un mes para que los Dodgers anoten una carrera.

Cuestionado acerca de por qué no intenta generar más acción en las bases, Mattingly señaló, de nuevo, que el equipo no tiene la suficiente velocidad, además que puntualizó una amarga realidad: “Para intentarlo, primero debes embasarte”.

Kershaw lucía como alguien determinado a poner fin a esta racha perdedora. Peleó duro en el séptimo inning, pese a que el primer bateador del turno le pegó un doblete y a que dos bateadores se fueron adelante en el conteo 3-0. Al final, sacó los tres outs por la vía del ponche y tuvo un octavo inning tranquilo. Eso puso a los Dodgers donde necesitaban estar para ganar juegos: En la posibilidad de darle la bola al cerrador Kenley Jansen, quien prácticamente es infalible.

Pero ese robo de base pesó y Jansen desperdició su primer salvamento en dos meses y medio.

“Confío en Kenley. Lo ha hecho por mucho tiempo”, dijo Kershaw. “Sucede de vez en cuando, pero tengan la seguridad de que confío en Kenley”.