Miguel Cabrera trata de cuidarse al máximo para ayudar a los Tigres

CHICAGO -- En el momento que se comenzaba a pensar que nada podía detener a Miguel Cabrera y a su arrollador avance ofensivo reapareció la lesión que lo afectó hace poco menos de un mes, en el músculo flexor izquierdo de su cadera.

Aunque no lo parezca en el terreno de juego, Cabrera también es humano y no es inmune a los males que acechan y atacan a las condiciones físicas de todos peloteros durante los rigores de una temporada de Grandes Ligas.

"Las lesiones son la piedrita en el zapato de todo pelotero, porque uno puede estar bien hoy, pero nunca sabe lo que puede pasar el día de mañana y por eso es que uno tiene que ser bien agradecido cuando uno está jugando y tratar de disfrutar el momento cuando está jugando. Pienso que es una bendición el estar todos los días en el terreno de juego. Ahorita voy a perder mi tercer juego consecutivo, pero ya esas son cuestiones en las que uno no puede hacer nada, por es cuestión de las lesiones", dijo Cabrera en la mañana del jueves, antes del cuarto y último partido de la serie que los Tigres de Detroitestán disputando en el U.S. Cellular Field de Chicago, frente a los Medias Blancas.

El venezolano no ha visto acción en los últimos tres encuentros de los Tigres, ni ha siquiera tomado práctica de bateo, ni ha hecho ninguna actividad relacionada con el juego, debido a esa molestia que presenta y que llega hasta la zona abdominal.

Pero, pese a lo que se pudiera pensar o suponer por la ausencia de Cabrera en el line up del manager, Jim Leyland, en tres encuentros consecutivos por primera vez en la temporada, la lesión no es de gravedad. Detroit está sacando provecho de la posición que presenta en estos momentos en la tabla de clasificación y que lo tiene en el primer lugar de la División Central de la Liga Americana, con tres juegos y medio de ventaja sobre losIndios de Cleveland.

"Esta lesión no es tan grave, si estuviéramos en otra situación estaría jugando, el año pasado lo hice con los dos tobillos malos, tenía una fractura y jugué así. Ahora, aunque también estamos en la pelea, el equipo está ganando y estamos de primero y eso hace que las cosas se manejan de otra forma. Si estuviéramos perdiendo yo estaría jugando", dijo Cabrera, quien agregó: "Esta ha sido una decisión del manager, de los trainers y mía. Estamos buscando que esto pase de una vez, porque ya tengo tres semanas con la misma cosa".

El venezolano ha estado recibiendo en los tres últimos días cuatro sesiones diarias de tratamiento en el área afectada, para tratar de recuperarlo lo más pronto posible y así tenerlo en el terreno de juego.

Cada terapia consiste, según señaló el propio Cabrera, en ponerle frío y calor en la zona de lesión, así como un poco de electricidad.

"La primera es temprano cuando llego al estadio, durante el juego tengo dos sesiones y después me dan otra antes de irme. Estamos haciendo de todo para que esto pase, ya quiero jugar", explicó.

Leyland no ha dado ni asomado una posible fecha para el regreso a la alineación de Cabrera, quien en la temporada tiene promedio al bate de .358 --líder en la Liga Americana-, con 20 dobles, un triple, 31 jonrones -- segundo --, 76 carreras anotadas y 96 remolcadas -- segundo. Además presenta porcentaje de embasado de .454 -- líder -- con slugging de .666 -- segundo -- y OPS de 1.120 --líder --.

Los registros ofensivos de Cabrera a esta altura de la campaña son mejores a los del 2012, cuando ganó la triple corona del bate. Eso, sin embargo, no genera sorpresa en el venezolano, quien siempre tiene como objetivo mejorar sus registros año a año, sin importar que a veces pueda sonar a exageración.

Pero quien crea que Miguel es una persona escéptica y que no se sorprende por algunas de las cosas que hace, pues está errado.

"A veces hay cosas de las que uno se sorprende, como cuando batea un pitcheo difícil y se pregunta ¿cómo bateé ese pitcheo si en realidad era un pitcheo difícil de batear? Y esas cosas", dijo el venezolano, quien también explicó por qué no se asombra por lo que ha hecho en esta campaña: "Uno tiene que entender que una temporada no se hace solo en un día, sino que hay que poner un granito de arena todos los días y eso es lo que tratado de hacer, enfocarme en lo que puedo hacer y en lo que pueda ayudar al equipo".

Cabrera es uno de esos peloteros que disfruta del juego de una forma especial, que mientras está en el terreno de juego está conversando y bromeando con los que están a su alrededor, sin importar el momento o la circunstancia del encuentro. Que a veces cuando es puesto out por un pircher sonríe y lo felicita. Es como ver a un niño jugando con sus amigos el encuentro de todos los domingos, en el torneo de su parroquia.

Esa actitud irreverente del Jugador Más Valioso de la Liga Americana, en el 2012, ha causado impresión en muchos, más allá de su habilidad para batear y el talento para jugar.

"Solo trato de enfocarme en las cosas que puedo hacer, trato de disfrutar el juego y estar lo más relajado para a la hora de actuar hacer las cosas bien", dijo Cabrera, quien sabe reconocer a los lanzadores cuando encuentran la forma de dominarlo en los duelos que a diario libran con él. "Uno trata de batallar contra ellos -- con los pitchers -- pero a veces hay pitchers que te tiran buenos pitcheos y tienes que reconocer el buen trabajo que hicieron contigo en ese turno, pero también le tienes que hacer entender que si él se llega a equivocar en el otro turno tu le vas a dejar saber que le puede conectar un buen batazo".

El venezolano espera regresar tan pronto como pueda a la acción, para continuar disfrutando del juego y arrollando con su tórrido bateo, sin estar pensando en lesiones, ni en la pregunta que constantemente le hacen los medios: ¿Vas a ganar otra Triple Corona? Siendo su respuesta: "primero tengo que estar saludable".